...Michelle soltó el teléfono, lentamente caía al suelo mientras su rostro cambiaba, y unas lágrimas saltaban de sus ojos, se cubrió su rostro, no quería que yo la viera llorar.
-¿Oye estás bien? Le pregunté mientras acariciaba su hombro.
No podía hablar, así que no le cuestioné nada más, solo la acompañé en su dolor. No sabía con claridad la razón de las seguidas lágrimas que sus ojos soltaban, ¿estimaba tanto a su jefe?
Duró un tiempo sin poder hablar hasta que por fin lo logró, me miró y dijo aun llorando.
-Harry, él está mal, está ocurriendo de nuevo la misma situación.
-¿Nuevamente la misma situación? ¿a qué te refieres?
-Olvídalo, luego entenderás.
¿Qué, ella me dejaría con la duda? ¡no podía soportarlo! ya me había iniciado debía decirme. Aunque al ver su estado preferí no reprochar sus palabras. Pero lo último que me dijo fue.
-Harry, él es mi padrastro.
Quedé atónito, ¡el Sr.Brown es padrastro de Michelle!, me sorprendí, y esto me dejaba aún más dudas, así que me sentía intrigado, triste y pensativo. Aunque no tan triste como Michelle.
-Oye si quieres, puedes irte a tu casa Harry, no te detendré.
Lo pensé, ¿que debería hacer? claro no pensaba dejarla sola.
-No, está bien, me quedaré contigo.
Comenzaba a encariñarme con Michelle, y ese cariño me asustaba, no sabría en que iba a terminar, pero no le manifesté nada a ella.
-Te llevaré a casa Michelle, así podrás descansar.
-Está bien Harry, tienes razón. Gracias.
-Okey, vamos.
La lleve a su hogar, pero en esta ocasión la acompañe hasta adentro.
Una linda y cálida edificación, con mini gym propio... biblioteca y habitaciones futuristas, era una increíble casa realmente.
-Traeré una toalla con agua Michelle.
-Sí, gracias Harry, están en la cocina.
Me dirigí hacia la cocina y encima del refrigerador vi una foto de Michelle cuando era niña junto al Sr.Brown y un hombre y una mujer desconocidos para mí y en el centro un niño de la estatura de Michelle, tímido, con la cabeza mirando hacia el suelo, el paisaje era en la vía que comunica a Farleiyuel con la Cristyline, ciudad donde estudia Charlie.
Encontré una toalla y la mojé, y se la puse a Michelle en la cabeza.
-Oye Michelle ¿quienes son las personas que aparecen en la foto que está en la cocina?
Michelle se tocó la cabeza y era notable que no me diría.
-Harry perdona pero me duele mucho la cabeza por ya sabes que, ¿te importaría hablar de eso luego?
-Entiendo, sí perdón. Le respondí un poco ingrato.
-...Oye ¿podría llamar a Beatrice?
Recordé que Clary me dio el número de Beatrice, así que la llamé.
*El teléfono marcando, yo esperando, ella aguantando*
¡Ya anhelaba que fuera el siguiente dia! Una mañana entera con Sam, ¿a quien no le complacería algo así?
-Oye Harry, espero que seas fuerte para lo que viene.
-Tranquila Michelle, aguantaré en el gym.
Agachó los ojos y dijo.
-No me refiero a eso Harry, pero solo espero que aguantes lo que viene.
-¿A qué te refieres?
-No te preocupes, a su tiempo lo sabrás.
***
-¿Hola?
-Eh... hola, Beatrice, ¿como vas?
-Hola Harry, bien y ¿tú qué tal?
-Eh, yo bien, pero me encuentro en casa de Michelle, recibió una mala noticia y ahora se siente mal, está acostada y le duele la cabeza.
-¡Ay! Santo cielo, voy para allá.
-Gracias, adios.
-Adios.
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Nadie es Indispensable.
RandomHarry James, de 26 años, vive en un edificio de tres bloques en ciudad Farleiyuel. Al principio de la historia es un chico ajeno a todos, exceptuando a un único amigo, Thomas. Harry se verá envuelto en situaciones y emociones diferentes, las cuales...