Vampiros en las vegas

Los chicos siempre serán chicos

Edward POV

-No puedo creer que hayan hecho esto. Tramposas, tenían que desarmar los autos. Brujas...si yo fuera tú, Edward, estaría seriamente preocupado por lo que esas le enseñen a Bella estos días. Quizás a eso fueron...a un campamento de 'esposas-brujas'.- Murmuró Emmett entre dientes. Estaba furioso por no haber podido seguir a las mujeres ni dos pasos. Aun salía humo del Jeep.

-Mi futura esposa jamás seria cruel conmigo. Es incondicionalmente dulce y siempre será así...sin importar lo que Alice y Rosalie traten de hacer.- Mi voz sonaba más confiada de lo que quería, así que dejé escapar un gruñido, haciendo hincapié en mi punto.

Pobre Jasper, parecía un cachorro abandonado. Alice significaba tanto para él que no podía estar sin ella ni un instante y ahora trataba con todas sus fuerzas de controlar sus sentimientos. Cada tanto una ola de desolación me invadía. Usualmente se solucionaba lanzándole una mirada molesta, para que se diera cuenta de lo que hacía.

Me volví loco, tratando de averiguar qué hacer. Pensé en llamar a Alice y exigirle que me devolviera a Bella, pero supuse que me colgaría diciendo que estaba exagerando. Además, Bella había dicho que quería ir.

Respiré profundamente e intenté tranquilizarme, solo seria por el fin de semana. No estaba en peligro. Estaba a salvo...con las dos desquiciadas de mis hermanas. Esto no estaba funcionando.

Carslile y Esme entraron a la habitación, viendo a los tres vampiros más desdichados que jamás habían existido. Esme nos sonrió.

-Chicos ¿Es que no pueden hacer algo sin ellas? Pueden hacer tantas cosas juntos. ¡Por favor, busque algún tipo de entretenimiento!- Nos rodó sus ojos. Carlisle chasqueó la lengua y nos susurró;

-Cuando el gato no está en la casa...- y salieron de la sala, tomados de la mano.

-Esos están tan perdidos... ¿Qué haré con ellos?- Se dijo Esme a sí misma.

-¡Suficiente!- saltó Emmett.- vámonos de fin de semana de hombres y hagamos cosas de machos...y podremos divertirnos...- estaba bastante entusiasmado y pude ver cientos de imágenes pasando rápidamente por su mente, tan velozmente que al poco tiempo comencé a sentirme mareado. Pronto se detuvo y una sonrisa se formó en sus labios. -Ya sé que haremos.- En ese preciso instante el celular de Jasper sonó. Alzó su mano pidiéndole a Emmett que se detuviera por un instante.

-¿Hola?...si...bien...si. Entiendo. Haré lo que pueda. Yo también te amo, adiós.- Guardó su teléfono en el bolsillo de su Jean y se volvió hacia Emmett. -Sea lo que sea que tienes en mente, olvídalo. Alice lo vio y solo diré que 'bajo ninguna circunstancia participaré de lo que sea que planeas' o si no...bueno digamos que Edward tendrá más acción que yo por un largo tiempo.- Sonrió tristemente y se encogió de hombros. -Lo siento Emmett.

-¿Estás loco?- Le gritó Emmett -Ni sabes que es lo que he planeado. Podría ser lo mejor de tu vida, lo único que quiero es hacer algo por Edward. No entiendo porque Alice se niega a que salgamos juntos...después de todo somos hermanos. Esto no es su problema. Ellas nos dejaron. Edward ¿Quieres un poco de diversión?

Comenzó a mirarme con ojos de cachorro abandonado. No estaban ni cerca de surgir el mismo efecto que los de Bella, pero estaba molesto con Alice y sentía unas inmensas ganas de revelarme ante tal abandono, así que pregunté.

-¿Qué es lo que quieres hacer Emmett? Si diversión es lo que planeas...me apunto.- Una ola de pánico me envolvió desde la dirección de Jasper.

-Será mejor que primero escuches que es lo que tiene en mente, Edward, antes de aceptar algo...

-¿Dónde quieres ir Emmett?- le pregunté ¿Que tan malo podía ser?

-¡A un club de strippers!- dijo refregándose las manos, relamiéndose ante la jugosa idea. Si pudiera desmayarme, lo habría hecho. En su lugar, le miré atontado. El teléfono volvió a sonar.

-Si- comenzó Jasper -Lo sé...lo estoy intentando. Bueno Alice los enfureciste con eso de raptar a Bella y llevarse a dios sabe dónde y con qué intenciones. Entiendo. Bien. Adiós.- Jasper se volvió hacia Emmett -No iremos a ningún club de desnudistas. Alice me arrancará la cabeza si no les detengo.

-¿Detenerme? No puedes detenerme. Deja de ser tan infantil, Jasper. Alice es ¿Cuánto...Veinte centímetros menor que tú? Deberías ser tú el que tenga el control, mírame a mi...Rosalie sabe quién es el que manda...- Antes de que Emmett pudiera terminar con su monologo sobre cómo controlar a tu mujer, el teléfono volvió a sonar. No pude contener una carcajada al adivinar quién era la que llamaba.

-Contesta, señor yo-controlo-a-mi-mujer...vamos... ¿Acaso tienes miedo?- Rió Jasper.

-¿Hola?...Hola Rose. Sip. Nono. Ok. Adiós.- Ni bien colgó el teléfono, Jasper y yo estallamos en risas.

-Deberías ver tu cara, Emmett...Desearía tanto tener una cámara.- dije cuando pude recobrarme.

-¿Y, Emmett? ¿Qué era lo que me habías dicho? oh si... Deberías ser tú el que tenga el control, mírame a mi...Rosalie sabe quién es el que manda...- Se divirtió Jasper. Pocas veces Emmett se quedaba en silencio, debíamos aprovecharnos de la situación.

-¿Temes que tenga más acción que tú por los próximos 100 años?- Si pudiera llorar, las lágrimas estarían brotando de mis ojos. Emmett comenzaba a ponerse de un extraño color púrpura. Salió disparado escaleras arriba y a los pocos segundos estaba donde antes, con tres maletas a sus pies. Jasper sacudió su cabeza rápidamente. -Emmett. Sé que quieres hacer algo por mí...y por ti...más que nada por ti. Aun así lo aprecio. Pero, ¿De verdad quieres arriesgar ese privilegio con Rosalie? Podemos hacer alguna otra cosa...vamos de caza. Te hará sentir mejor.

-Ellas no son las únicas que pueden ser engañosas. Pues bien, supo cual era mi plan. Ahora cambié de parecer. Vamos de 'caza' eso es lo único que hay en mi mente. Ustedes no piensen en otra cosa que no sea cazar. Nos divertiremos cazando. Buscaremos animales en extinción en algún lugar exótico...aun no defino cual será aquel lugar. Para cuando Alice se dé cuenta, ya habremos terminado con nuestra diversión y será tarde. ¿Están conmigo?- Parecía estar bastante orgulloso de su plan. Sus ojos parecían estar rogándome que dijera que sí.

Sabía que si accedía, Jasper no tendría otra opción más que acompañarnos. Lo pensé por unos instantes. Bella nunca me dijo que no hiciera nada. No recibí una llamada amanzánate de su parte, ni prometió no tener ningún tipo de contacto durante un siglo, así que seguramente no le importaría si tengo un fin de semana de 'chicos'. Y obviamente iría a algún lugar, del cual no querría enterarme, con esa vestimenta que Alice me mostró antes de salir volando de la casa. ¡Qué más da!

-Bien, Emmett...pero nada descabellado ¿Entendido?- Antes de que pudiera tomarme un respiro Emmett había colgado el teléfono, habiendo hecho una llamada a la compañía de taxis. Jasper se sentó en el sofá, y la sala se llenó de una extraña sensación de pánico. ¡Este sería un viaje que jamás olvidaría!