Victoria

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Bella POV

Podía oír el principio de la canción 'When you're Gone' de Avril Lavigne antes de que el telón se levantara. Rosalie la había elegido para mi, así no podría matarme mientras bailaba. Dejé que la bailarina que llevaba dentro de mí resurgiera después de tantos años. Intenté recordar los giros que había aprendido en las clases de ballet.

El telón se levantó y respiré profundamente. Aun estaba de espaldas a ellos, no estaba lista para mirarles. Me acobardaría. Me balancé de lado a lado con el principio de la canción y bajé mis manos por los costados de mi cuerpo. Después de eso, fue puro instinto. Algo de la inspiración de Alice y de la gracia de Rosalie debió habérseme pegado este fin de semana por que fui capaz de moverme grácil mente sin caerme del escenario.

Aun no me había decidió a enfrentarles, pero era ahora o nunca. Lentamente me di vuelta, manteniendo mi mentón cerca de mi pecho, dejando que mi cabello cubriera mi rostro como un velo. Me acerqué hacia el caño que estaba en el medio del escenario y me dije a mi misma; 'Por favor, no te lastimes, solo haz lo que las chicas te enseñaron detrás de bambalinas, era fácil. Agarra el caño y gira. Sin dolor y sin sangre' Tomé el caño con mi mano izquierda, puse mi pie en la base del mismo y me dejé caer alrededor del caño.

Sorprendentemente, me encontraba donde había comenzado y sin un rasguño. Pero mientras giré mi cabello se descorrió de mi rostro, exponiéndolo. Emmett me miró. Ahogó un grito de sorpresa y sus ojos salieron de sus orbitas. Jasper tenía una enorme sonrisa, anticipándose a la reacción de Edward, pero sabía que sus ojos estaban bien cerrados. Di un giro más sobre el caño, ganando tiempo y confianza y me encaminé hacia la mesa.

Ahí estaba mi Edward. Sentado de espaldas al escenario, no queriendo ser espectador de ningún otro show. Estaba haciéndole una seña a Emmett mientras le decía algo, pero no podía oír por sobre la música. Emmett no le prestaba atención, estaba mirándome y creo que ni siquiera estaba respirando. Miré a Amber y a Bob, quienes eran las únicas dos personas que quedaban en el lugar. Ambos me sonrieron, levantaron sus pulgares y se fueron.

La idea de Alice del perfume había funcionado, ya que Edward no se había girado, a pesar de lo cerca que estaba de él. Levanté mi dedo índice y le pedí a Emmett que estuviera quieto y no dijera nada. No quería que arruinara la sorpresa. Quería ver la cara de Edward cuando lo descubriera y por lo que parecía, no estaba prestando ni la más mínima atención a lo que sucedía detrás de él.

Caminé hacia el borde del escenario, detrás de la cabeza de Edward. Me quité el sombrerito de marinera y se lo arrojé a Emmett, quien se agarró el pecho como si estuviera teniendo un paro cardiaco. Me agaché cerca del oído de Edward. -¿Vienes seguido aquí marinero?

Pude notar que había dejado de respirar antes de voltear, probablemente por el horrendo perfume que Alice me había echado, pero funcionó y me dio dos segundos para componerme mientras giraba su rostro hacia mí.

Estaba a pocos centímetros de su hermoso rostro. Cuando me vio note que parecía asustado como si tuviera frente a él un perro de tres cabezas a punto de devorarle. No se movió, ni dijo nada. Miró a Emmett y luego me miro a mí. -¿También la ves Emmett o me estoy volviendo loco?- Parecía pensar que era una alucinación.

-La veo Edward...wow ¡Si que la veo!- Dijo Emmett con un tono hipnótico en su voz.

Tenía que romper el silencio...me estaba matando. -Hola Eddie. ¿Vienes seguido por aqui?- Pregunté poniendo una dulce voz mientras daba otro giro alrededor del caño. Esta vez cuando escuchó mi voz se inclinó como si quisiera tocarme para ver si era real, aun sin creer que Emmett también me veía.

-¿Bella? ¿Qué...? ¿Cómo...? ¿Cuándo...? En el nombre de Dios ¿porque te estás desnudando?- Le tomó un minuto, pero por fin pudo encontrar su voz. Saltó de su silla y estaba a punto de subir al escenario.

Vampiros en las vegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora