Su espalda dio contra la pared de azulejos. La primera sensación que tuvo fue el frío de las gotas de agua allí, pero nada de eso importó al sentir esos labios que tanto le gustaban.
A pesar de ser Yangmi más baja que él, la castaña ya había logrado arrinconarlo contra la pared. La lluvia artificial caía sobre ambos, el vapor se elevaba llenando el pequeño cuarto, mientras que detrás de la mampara dos adolescentes peleaban entre sí por proporcionarle más placer al otro.
JaeHyun ahogó un gemido dentro de la boca de Yangmi cuando ella acortó el poco espacio que había entre ambos. Era piel contra piel, nada en medio más que el agua que caía. Yangmi lo besaba con placer y satisfacción, acariciaba su cuello mientras que el dejaba vagar sus grandes manos por la pequeña cintura de ella. Cuando la castaña enroscó ambos brazos en su cuello, JaeHyun la alzó de su cintura, provocando que enroscara ambas piernas alrededor de él, ahora ella estaba contra la pared.
Fue inevitable, soltó un gemido. Mientras ambos se tomaban un descanso para respirar, Yangmi desahogó su placer en pequeños gemidos que provocaba JaeHyun al besar su cuello. Además, del hecho de que la prueba de su excitación estaba haciendo presión en su centro de placer la estaba volviendo loca.
Desde la habitación de ella, se escuchó el grito de satisfacción de la castaña cuando ambos se hicieron uno solo. A juzgar por lo que se oía desde afuera del cuarto de baño, JaeHyun había comenzado a usar su supuesta "inexperiencia" con profesionalidad, haciendo que Yangmi no pudiera evitar soltar gemidos desgarradores.
Minutos después, ambos secándose, luego de una experiencia maravillosa, se sonrieron el uno al otro a través delespejo.
JaeHyun salió primero, se colocó sus bóxers y se vistió con sus pantalones. Sin ponerse la camisa que dejó en la planta alta, fue a la cocina para tomar un poco de jugo.
La campana sonó. JaeHyun se tensó y miró por la ventana mientras su corazón palpitaba con violencia. Grande fue su alivio al ver a una castaña, algo nerviosa y ansiosa que esperaba que le abran. Con una sonrisa se dirigió a abrirle la puerta a Irene.
Del otro lado, la joven se sentía nerviosa, pero con coraje. No habría llegado allí de no ser por su impulso de valentía. Decidió no rendirse, y continuar con su reto. Iba a terminar su desafío personal con dignidad y estaba allí para decírselo a Yangmi.
Iba a hacer lo posible por olvidar a su querido Mark y arriesgarse con JaeHyun. A decir verdad, no se sintió tan bien admitir que "estaba enamorada" de JaeHyun.
En realidad, sentía que alguien le mentía. Y ese alguien... era ella misma. La puerta se abrió.
-Mira Yangmi, tenemos que...- Irene comenzó a hablar pero no concluyó.
Aquel Nerd se encontraba allí, de nuevo sin camiseta, como la última vez que... Esperen ¿Por qué estaba allí, y sin camiseta?
-¿JaeHyun?- preguntó con temor.
-Hola Irene- sonrió y la saludó, como si fuera lo más normal del mundo.
-¿Q-qué haces aquí?- preguntó, de nuevo, con temor.
-Yo...- antes de que pudiera terminar de hablar. Alguien lo interrumpió.
-¿Quién es?- se escuchó la inconfundible voz de Yangmi detrás de ellos, JaeHyun se volteó dejando una línea directa entre ambas chicas.
Yangmi se sorprendió al ver a Irene allí, y el corazón de Irene se caía a pedazos, junto con su orgullo, al ver a su "competencia" en ropa interior, solo con la camisa que ella había comprado para JaeHyun.
-Es Irene- respondió JaeHyun, aun, actuando normal.
-¿Necesitas algo, Irene?- preguntó con ironía la castaña, mientras enroscaba sus brazos alrededor de los descubiertos, grandes y anchos hombros de JaeHyun.
-Yo... Yo...- su voz comenzó a temblar al igual que su labio inferior.
Dios, como se arrepentía de haber hecho aquello. Su Vista pareció nublarse con la llegada de las odiadas lágrimas
-Nada-murmuró viendo con desprecio a Yangmi, sabiendo como esta disfrutaba de su "humillación" y estaba en lo correcto. Pero cuando volteó la mirada a JaeHyun, pensó si de verdad él no entendía lo que causaba en las chicas, o si lo hacía a propósito.
-¿Qué pasa Irene?- JaeHyun comenzó a preocuparse cuando el llanto se hacía notorio en su rostro.
Sin responder Irene salió de allí, soltando un sollozo antes de irse. JaeHyun iba a ir tras ella, pero Yangmi lo sostuvo.
-Hey, tranquilo... debe haber peleado con Mark- murmuró en su oído.
JaeHyun siguió con la mirada su cabellera castaña hasta que desapareció de su vista. Con el ceño fruncido entró de nuevo a la casa, para prepararse e ir al colegio con Yangmi.
ו×
Contra los casilleros del vestuario, ella lloraba. Ahora había confesado su amor hacia el duende pero se sentía humillada, traicionada y avergonzada. Se escucharon pasos de alguien que corría y el sonido retumbaba en el pasillo. Seguido de esto una cabellera rubia se asomó en la puerta respirando agitadamente. Al encontrar el objetivo de su búsqueda, se corrió a ella y se inclinó.
-¿Irene? ¿Qué ocurre? ¿Estás bien?- ell levantó la mirada y soltó una pequeña risa ante la desesperación de Mark.
-Estoy bien... Gracias Mark- sonrió. el suspiró aliviado y se sentó a su lado.
Un cosquilleo revoloteó en su interior al igual que las mariposas en su estómago... Irene se había recostado en su pecho obligándolo a rodearla con sus brazos.
-¿Quieres contarme que ocurrió?- murmuró y Irene lo abrazó aun más fuerte, sin querer dejarlo ir.
-Yo... fui a la casa de Yangmi esta mañana- murmuró, y sintió a Mark asentir- Bueno... ella estaba en ropa interior, al igual que JaeHyun- dijo y su voz se quebró. Mark recapacitó sus palabras.
Una ola de odio lo recorrió al tener que admitir lo mucho que llegó a importarle a su chica, aquel Nerd.
Ahora estaba lastimada y él... él quería golpear algo. Trató de respirar con normalidad, porque se había agitado, pero se le estaba haciendo muy difícil lograrlo. El enfado comenzaba a crecer en su interior hasta que Irene se separó de él.
-Gracias- dijo sin más.
-¿Porqué?- preguntó calmándose lentamente...
-Por estar siempre- dijo la ella antes de darle a su duende un beso en los labios.
Editado el 23 de Junio del 2018
