FATA (SAGA Parte 1)

CAPITULO X, DE HERREROS Y HEREDEROS

Solo quedan dos maaaaas. Disfrutenlo. Los otros dos los subo juntos el viernes. Saludos

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CAPITULO X, DE HERREROS Y HEREDEROS

3 MESES DESPUES

PALACIO DEL AGUA

Aiza estaba en su habitación parada junto al ventanal que daba hacia el balcón. Apoyada en este con una de sus manos y con la otra tapándose la boca. Mientras entraba a la habitación una criada.

— ¿Se siente bien mi Señora?

—No. Siento que todo me da vueltas y los olores parecen muchos más intensos de lo normal —la criada se sorprendió y sonrió.

—Mi Señora, perdóneme la pregunta pero… ¿Usted ha sangrado?

—No. Ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez.

—Felicitaciones mi Señora —le dijo tomándole las manos.        

— ¿Por qué… dices eso?

—Porque está embarazada. Tendrá un hijo mi Señora.

— ¡No! —exclamo Aiza soltándola.

—Pensé que sería una linda noticia para usted mi Señora—dijo tímidamente.

En ese momento Hathor puso un pie en la habitación.

—Por supuesto que es una excelente noticia.

—Hathor —exclamo la Reina sorprendida.

—Tranquila, realmente es una excelente noticia. El reino debe saberlo.

Los consejeros por orden del Rey se encargaron de reunir a la gente del palacio y los pueblos más cercanos. El anuncio estuvo a cargo del mismo Hathor. La idea de tener un heredero realmente le encantaba, mantener la corona bajo la descendencia Celon, volver a ser los grandes reyes que fueron, ser una dinastía nuevamente y recuperar el territorio perdido, era algo que realmente le seducía —y de paso conseguiría que su padre se sintiera aún más orgulloso de el —. Por esto, muy contento y acompañado de una gran sonrisa, le  dijo al pueblo.

— ¡Reino del Agua! En el vientre de su Reina yace hoy… mi heredero, y su futuro Rey —el palacio aplaudía, la gente gritaba esbozando su felicidad, y se ilusionaba con la idea de un heredero varón. Aunque todos sabían, que si el hijo de Hathor era niña, no habría dicho heredero y la corona pasaría al Comandante. Pero en la mente de Hathor, la idea de tener una niña ni siquiera se asomaba. Él tenía la convicción de que en el vientre de Aiza habitaba un varón, su heredero. Halt aplaudía y miraba a Hathor asintiendo con su cabeza, ese era el gesto más afectuoso que le podía ofrecer. Desde ese momento, Hathor no volvió a golpear a Aiza. Comenzó a cuidar de ella, como no lo había hecho nunca. Parecía otra persona. Pero solo cuando estaba con ella.

CAMARA DEL REY

El Comandante del agua llego al palacio, luego de un largo viaje por todo el reino. En la cámara del rey lo esperaba ansioso Hathor junto a Emil.

—Mi señor —dijo Kenai haciendo una reverencia.

—De pie Comandante —contesto Hathor —. ¿Qué noticias trae?

—No muy buenas señor.

—Era de esperarse —comento Emil.

—Debido a la paz alcanzada entre los reinos, la mayoría de los herreros no forja una verdadera espada hace años. Solo lo han hecho como adornos para sus casas y para sí mismos, pero ninguna hecha para la batalla, y los más jóvenes jamás han forjado una. Pero si tenemos bastantes mineros y hombres dispuestos a trabajar en las minas de hierro, pero por una buena paga.