FATA (SAGA Parte 1)

CAPITULO XII, UNA NUEVA GRAN GUERRA

Muuuchas gracias a todos quienes han llegado hasta aqui. Aunque no lo crean esto me ha tomado mas de un año de trabajo. pero creo que ha valido la pena. Me tomare un descanso votare y comentare sus historias y luego retomare con FATAL, la segunda parte de FATA donde Los hombres del reino del limbo vendran a dejar la cagaaaaa. (ajajajajajaj Saludos)

CAPITULO XII, UNA NUEVA GRAN GUERRA

UL MIR, BOSQUES DEL REINO DEL AGUA

Es de noche, y Aiza cabalga a toda prisa entre los árboles —con la luna a su favor, iluminando con todo su esplendor los caminos del lugar— intentando deshacerse de los caballeros del agua que la persiguen. Más de veinte hombres montados y armados sobre sus caballos la persiguen, y por supuesto, Hathor estaba entre ellos. Aiza comenzó a cruzar el largo y rustico puente de madera llamado Del Abismo, que separa a Ul Mir —el último pueblo del reino del agua —de Fer Valer. Mientras al otro lado Noir la espera. Vistiendo su armadura gris y capa roja, montado sobre su robusto caballo negro de ojos rojos. Al llegar al otro lado, la Reina del agua bajo rauda y se abalanzo a los brazos del príncipe del fuego, dándole un gran abrazo. Noir, quien llevaba en una de sus manos una gran antorcha de hierro, sin pensarlo dos veces, hizo crecer el fuego en sus manos, lanzando las llamas para encender el largo puente de madera, y así, evitar que los caballeros llegaran hasta Aiza. Los caballeros intentaron retroceder, pero el poder del fuego logro consumir la madera tan rápido, que el único lugar donde llegaron fue el fondo Del Abismo. Aiza abrazo a Noir con más fuerzas aun, mientras el príncipe acariciaba su levemente pronunciado estómago, antes de partir al castillo gris. Desde el otro extremo Del Abismo, Hathor miraba con rabia e impotencia, como la Reina y su heredero se alejaban en los brazos de Noir.

PALACIO DEL AGUA

                Dos hombres traen amordazado a Una Des Al, tomado por los brazos y casi a arrastras. El anciano intentaba zafarse, pero en vano. Sus longevas fuerzas no podían contrarrestar las de los jóvenes caballeros. Lo llevaban hacia el patio principal del palacio, donde el Rey lo esperaba, mientras la gente se congregaba a observar. Hathor tomo posición en lo alto de  la roca roja —una gran roca de siete metros de alto y tres de ancho, que llevaba adosada una escalera de madera en su parte posterior, para poder acceder a su cima. Llamada Roca Roja por estar bañada con la sangre de todos los enjuiciados por el Rey —. Una fue arrastrado hasta lo alto, y en sus rodillas y sin clamar piedad escucho las palabras del Rey.

                —Reino del agua —exclamo una vez más —. Nuestra Reina nos ha traicionado. Ante mis narices debo reconocer, ella ha escapado. A los brazos del príncipe del fuego. Llevándose a nuestro heredero.

El reino no podía creer lo que estaba oyendo, todos murmuraban y se miraban entre ellos. ¿Cómo podía ser posible? Era lo que se preguntaban. Jamás una reina había abandonado su reino para ir a otro, y menos, para irse con un hombre del reino adversario.

                —Así es —exclamo Emil —. Aiza Ker, ha traicionado a su reino, ha deshonrado a su elemento. Con la ayuda de Una Des Al. Él le limpio el camino entre nuestra guardia, y preparo su escape.

—Por esto Una Des Al, yo Hathor Celon, hijo y Rey del Agua, te sentencio… a muerte… por traición.

Así el anciano consejero fue decapitado, y para todo el reino, él y la Reina eran unos traidores.

CAMARA DEL CONSEJO

                Se reunieron en la cámara Hathor, Emil y Kenai. Sin dar aviso a nadie más.

— ¿Cómo va la producción de armamento? —pregunto Emil a Kenai.

—A paso lento Señor. Mientras dos herreros enseñan a los nuestros, los otros dos forjan el hierro que acumulan los mineros.