A D V E R T E N C I A: Lemon e.e Lo lees bajo tu responsabilidad.
-No sabia que eras así de romántico, Aomine-kun. Me encantaron las rosas.- decía Kuroko con una sonrisa, cosa que hacia muy a menudo cuando estaba con su Aomine. Este, miro hacia otro lado.
-Cállate, puedo ser romántico cuando me lo propongo.- las mejillas de Aomine se sonrojaron por un segundo. ¿Que podría decir? ambos estaban agarrados de la mano, caminando por la playa, hacia una linda cena, bajo las estrellas. Primero habían ido al acuario, cosa que fue muy divertida ya que Kuroko se escondía constantemente en el cuello de Aomine cuando veía peces mas grandes que el. Pero eso terminaba cuando un Aomine romanticon le decía que no tenia que temer a anda, ya que ellos estaban detrás de un cristal y terminaba con un tierno beso, que no hacia mas que darle color a las mejillas de Tetsuya. La palabra "amor" se había metido en el vocabulario de Aomine, causándole una gran felicidad secreta a Kuroko, quien no podía estar mas feliz de poder agarrarle de la mano a su novio. Ambas manos encajaban perfectamente, sus colores contrastaban en unión y la diferencia de tamaño lo hacia mas tierno aun. Juntos estaban amándose en silencio.
Luego de una cena romántica y divertida entre los tórtolos, Aomine guio a un Kuroko nervioso hacia una pequeña cabaña que Kuroko no había visto hasta que Aomine la menciono. Era cálida por dentro, la chimenea la hacia ver como la de las películas y eso hacia todo mas cómodo. Sabanas blancas estaban esparcidas en el suelo improvisadamente y las almohadas daban forma a esa que seria futuramente su cuna de amor. Aomine recostó delicadamente a Tetsuya sobre las sabanas, mientras le observaba de arriba hacia abajo su cuerpo, que en algún momento fue despojado de su ropa. Kuroko sonrojado trato de taparse pero Aomine tenia otros planes.
-No tienes que avergonzarte. Déjame verte.- la mano de Aomine casi por instinto recorrió el rostro suave de Kuroko, sintiendo como este temblaba. Su mano bajaba y bajaba, tocando cada parte del cuerpo de su bebe, mirando con admiración.
-Daiki-kun...te quiero...dentro de mi.- Aomine solo pudo sonreír. Ver a Kuroko de esta manera era un gran privilegio que el solo se podía permitir, y con ternura comenzó a prepararlo. Sus dedos se deslizaban fácilmente en el interior de Kuroko, quien soltaba gemidos que solo encendían a Daiki.
Aomine beso a Kuroko, cuando se adentro lentamente en el, sintiendo como Kuroko le apretaba y le espetaba las uñas en su espalda, algo muy sexy de ver y sentir. El dolor y el placer cegaban los sentidos de Kuroko, mientras gemía como nunca pensó que lo haría.
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Aomine mordía el cuello de Kuroko, saboreándolo y sintiéndose afortunado por todo esto.
-Ah....Tetsu...no sabes cuanto te amo...- las estocadas cada ves eran mas profundas y rápidas, justo lo que Kuroko pedía casi a gritos, gracias al placer que sentía.
-Daiki...m....mas rápido...-Aomine, nublado de placer, tomo a Kuroko, volteándolo. Lo penetro lentamente, y aumento su velocidad mientras le tomaba de las caderas, observando como su pene desaparecía en el trasero pálido de Kuroko. Sus manos fueron a caer en las nalgas de Tetsu, apretándolas, mientras Kuroko se moría de placer.
-Eres tan caliente, Tetsu...-Al parecer nuestro Kuroko tenia algunos sentimientos masoquistas dentro. La mano derecha de Aomine, paro en el estomago de Kuroko atrayéndolo hacia el, pellizcando sus pezones. La mente de Kuroko estaba completamente en blanco. Lo habían hecho muchas veces antes, pero estaba sintiendo cosas que no sintió antes. Su cuerpo reaccionaba a todo y eso le gustaba porque era con su Aomine-kun. Sin pensarlo, giro su rostro, besando a Daiki, quien le correspondió con gusto. Las gotas de sudor caían de sus cuerpos, y los gemidos inundaban la pequeña cabaña.
-Tetsu....ya casi...- Aomine bajo hasta la erección de Kuroko, comenzando a masturbarle al ritmo de sus penetraciones. Ambos estaban sintiendo algo magnifico, algo mágico. Un sentimiento diferente. Ambos llegaron al limite, gritando el nombre del otro, mientras caían exhaustos en su cama improvisada. Aomine, había terminado dentro de Kuroko...