Ámame || sasukeuchihadesu » vonlane

Cuatro

Sin darse cuenta de la figura acercándose detrás de él, Naruto se sentó en completo silencio ya que los únicos sonidos que llegaban a sus oídos eran los ruidos de las aulas cercanas y las aves encima del árbol en el centro del patio de la escuela.

—¡Naruto, oyeme!— El quien gritó en su oído captó su atención. —A mi oficina, de inmediato.— La voz cansada de Kakashi hizo que Naruto se pare, dándose cuenta de que una vez mas, el terco consejero de escuela lo había descubierto faltando a clases.

—Está bien, está bien. Te sigo.— Naruto se levantó del banco. —¿Cómo es que siempre me encuentras? —Pateó una rama caída mientras caminaba detrás de Kakashi.

—Creelo o no, Naruto, lo sé todo.— Naruto rodó los ojos. —Solo sigueme.— Kakashi sonrió hacia el sombrío chico detrás de él. El paseo a la oficina de Kakashi era silenciosa. Naruto ocultó las manos en sus bolsillos y mantuvo su vista en los pies de Kakashi durante todo el tiempo. Finalmente, llegaron después de cruzar la mitad de lo que parecía el diámetro de la gran escuela; que era mucho si habías visto lo grande que era el edificio. Hasta la pista de fútbol americano parecía un charco comparado a la escuela.

—Entra, tome asiento.— Kakashi abrió la puerta de su oficina e invitó al rubio para entrar. Naruto se lanzó a la silla, aliviado de no tener que caminar más.

—¿Qué quieres de nuevo?— preguntó Naruto, rascando su brazo.

Kakashi miró a Naruto antes de volver a la pantalla de su escritorio y escribiendo algo. Hizo clic en el ratón dos veces y luego se giró hacia Naruto con las manos entrelazadas. —He oído de la pequeña bronca que pasó hace un tiempo en tu clase.— Kakashi dijo en voz seria. Naruto se deslizo un poco en su asiento y se cruzó de brazos.

—Así que eso es de lo que querías hablar, ¿eh?— Hizo un puchero, mirando hacia abajo a la alfombra.

—Naruto, te conozco a ti y a Sasuke desde la primaria. Ustedes dos son inseparables. Lo que no entiendo es, ¿que a pasado entre ustedes dos? ¿Por cuanto tiempo ha estado pasando esto?— Le pregunto.

Naruto se dejó caer aún más bajo en su silla. —Meses. ¿Quieres que sea específico? Cuatro meses.— Murmuró Naruto.

Kakashi levanto las cejas en asombro. —Y si algo pasó entre ustedes, ¿por qué ninguno de los dos vinieron a mí en busca de ayuda? Ya sabes que siempre voy estar aquí. —Kakashi habló con calma. Se empujo del escritorio en la silla y se deslizo hacia el archivador que se encontraba atrás de el en una pared decorada a lo máximo. Saco su bolsa de la ultima caja y saco su teléfono.

—Mira, Naruto, te voy a dar mi numero.— Él dijo.

—¿Qué eres, un pervertido? ¿Por qué querría su número de teléfono?— Naruto preguntó, mirando al hombre de cabello plateado agarrar una nota adhesiva.

—Así que cuando sucede algo como esto otra vez, podrás llamarme en lugar de ir al patio a esconderte. — dijo Kakashi, procediendo a escribir su numero en la nota adhesiva. Al mismo tiempo, la puerta detrás de la oficina se abrió y el que abrió, entró. Naruto se enderezó en su silla, pensando que era Gai, el consejero para los estudiantes de primer año. —Ah, Sasuke, entra. Estás a tiempo.— Kakashi se paró y le ofreció a Sasuke el asiento al lado de Naruto.

Los ojos de Naruto se abrieron en sorpresa. Se dejó caer hacia abajo otra vez, y si podía deslizarse mas bajo en su silla aún más, lo haría, pero por desgracia, un poco mas y caería en el suelo. En vez, se enderezó otra vez y miró hacia atrás para ver a Sasuke, que se había dado cuenta de Naruto y frunció el ceño hacia él.

—Si estás ocupado, tal vez seria mejor volver en otro tiempo.— Sasuke dijo, apunto de salir de la oficina.

—Sasuke, los llame a los dos a mi oficina, entra y sientaté.— Kakashi dijo hacia Sasuke, haciendo un gesto hacia el asiento vacío al lado del rubio. Sasuke suspiró, un poco enfadado al serrar la puerta y tomar el asiento al lado de Naruto. No se veía tan feliz. —Comencemos. Sasuke, Naruto, ¿de que se trata todo esto?— preguntó Kakashi, terminando de escribir su número de teléfono en la nota adhesiva. Dejó la pluma encima de su escritorio y estiro su brazo hacia Naruto, ofreciéndole la nota.