Ámame || sasukeuchihadesu » vonlane

Diecinueve

Cuando Kakashi llegó a la casa de Naruto, Naruto trató de convencer a su consejero de que estaba lo suficientemente bien como para caminar por Si mismo. Sin embargo, debido a las observaciones de Kakashi, el hombre no permitió que Naruto diera un paso fuera del coche sin su apoyo.

—Debería llevarte a un hospital.— Kakashi resopló mientras luchaban por subir las escaleras al pequeño apartamento de Naruto. —Me sentiría mejor si te trataran las heridas.

Naruto luchaba para respirar bien, pero se las arregló para dejar salir un pequeño —Está bien— antes de casi tropezarse. —No es la primera vez que sucede esto.— Dijo casi sin aire.

—¡Naruto!— Kakashi se aferró al cuerpo del chico cuando casi se caía. —Un paso más, vamos.— Ahora estaban frente a la puerta de Naruto, sin embargo, Naruto no parecía verse lo suficiente bien para producir la llave de su bolsillo así que Kakashi hizo lo siguiente mejor; abrió la puerta con una patada.

Con cuidado poniendo a Naruto en el sofá contra la pared, Kakashi notó de algunas viejas cicatrices en el abdomen de Naruto. Decidiendo que no le gustaba lo que veía, decidió que iba a tener una larga conversación con el Uchiha, a quién Naruto parecía culpar por todo.

Se dirigió a la cocina, agarrando un tazón y llenándolo con agua tibia mientras marcaba un número en su teléfono.

—Iruka, te necesito en la casa de Naruto, ahora.— Él habló, recibiendo una respuesta inmediata y terminando la llamada.

Al menos de varios minutos, se escuchó un chillido de un coche afuera y pronto, Iruka entró al apartamento, dejando a un lado la puerta entreabierta. —¿Que pasó?—Preguntó al fijar sus ojos sobre Naruto.

—Algo que tengo que llegar al fondo de... ¿Puedo pedirte que lo lleves al hospital cuando este si suficiente bien para parase? Tengo que hablar con alguien.— dijo Kakashi, deshaciéndose de las toallas sucias que uso para limpiar alrededor de las heridas más pequeñas del muchacho.

Iruka estuvo de acuerdo, dirigiéndose a ayudar a su compañero de cuarto a limpiar antes de que se fuera.

—Así que... he oído que la policía tiene sus ojos puestos en ti.— Sai se había dirigido cuidadosamente hacia donde estaba Kiba, ordenando los libros de la biblioteca en la carreta.

—Vete a la mierda, nerd.— Kiba frunció el ceño, pero no prestó atención a Sai, ya que estaba algo tranquilo mientras arreglaba los libros en orden.

Sai solo se rió antes de añadir más libros a la pila de Kiba y regresar al laboratorio de computación ubicado dentro de la biblioteca, donde Sasuke estaba cambiando la tinta de las impresoras. —Entonces, sobre esta tal Sakura...— Comenzó, —¿cómo podría yo saber qué tipo de poder tiene?

Sasuke sólo hizo un rostro confuso mientras ponía cuidadosamente la tinta dentro de la impresora, —¿De qué estás hablando?

—¿Sabes si es poderosa o no? ¿Tiene poderes mágicos que podrían acabar con el mundo entero o tiene suficiente poder para hacerse cargo de la escuela con sus malvados secuaces?— Sai se sentó encima de una mesa junto al azabache con cuidado de mover el teclado primero.

—No hablo el idioma de los nerds.— dijo Sasuke, finalmente terminando con su trabajo y se estiró. —Pero ella es inteligente, como Kiba dijo. Ella sabe cosas que podrían dañarte más adelante.— Explicó mientras avanzaba hacia la siguiente impresora.

—¿Cómo sabes esto?— Sai preguntó, aprovechando que Sasuke estaba respondiendo a sus preguntas mientras estaba distraído con las impresoras.

—Ella es mi novia, yo sé lo que hace.

—¿Apoco?— Sai pensaba que Sakura y Sasuke eran buenos amigos, pero no esperaba que fueran más que eso. —Pensé que sólo estabas jugando el difícil de conseguir.

—¿Difícil de conseguir?— Sasuke se burló. —¿De quién?

—De Naruto, por supuesto, lo shippeo.— Sai declaró, riéndose mientras Sasuke se inclinaba, un rostro confuso. —Eso significa que los ship- eh... ¿como explicar?

—Sé lo que significa, no soy estúpido.— Sasuke dijo, levantándose para limpiar sus manos. —Sólo me pregunto por qué.

—¿No es obvio? El chico te ama, sólo que ahora no confía en ti.

—Hm. Sí, ¿por qué estamos hablando de esto otra vez?— Sasuke le preguntó, ahora molestándose de que Sai le estaba sacando información de él.

—Sólo es una charla entre amigos, ¿no?— Sai se encogió de hombros, saltando del escritorio para salir corriendo mientras Sasuke arrojaba una toalla manchada de tinta hacia él.

Ahora se dirigía a la sala de reuniones, donde la mayoría de las reuniones de maestros tomaban paso.

—Oye,— toco sobre la puerta abierta, llamando la atención de Ino, —¿cómo te va?

—Bien, supongo.— Ino respondió, colocando carpetas de manilla en cada asiento para la reunión más tarde en el día. —Solo un poco incómoda.

—¿Cómo es eso?

—No sé cómo le diré a Sakura.— Dijo, deteniéndose en el último asiento y colocando la última carpeta. —¿Que pasaría si-

—Solo quedare alrededor de mí, siempre puedo defender a más que uno. — Sai se apoyó contra la puerta, contemplando la triste sonrisa que Ino le dio.

Compartieron un pequeño silencio hasta que oyeron las pesadas puertas de la biblioteca abrirse junto con pesados ​​pasos. Ambos salieron a ver quién era y se sorprendieron al ver que era Kakashi; una mirada no tan amistosa en su rostro.

—¿Dónde está Sasuke?— Preguntó.

Ino y Sai torpemente señalaron al laboratorio de computación, Kakashi siguiendo su dirección.

—Sasuke,— El hombre entró, haciendo que Sasuke saltara un poco ante la seriedad de su voz. —tú y yo tenemos que hablar.