Diecisiete

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—Habla bien, Zafiro, que no entiendo el idioma que hablas.— Sai sostuvo a Ino en sus brazos mientras ella sollozaba sobre su uniforme, murmurando algo sobre órdenes y Sakura.

Cuando Ino continuó sollozando y hundiendo la cabeza contra su chaqueta de escuela, Sai respiró hondo, pasando la mano sobre su cabeza como si quisiera acariciarla. Muy pronto, la chica se calmó.

—No fue idea mía, Sakura, ella... ella dijo que no quería verlo... y...— Aunque un poco más tranquila, sus sollozos permanecieron y tenía problemas para explicar.

—Shhh, shhh, está bien. Mira, nadie está aquí. Ahora dime, ¿por qué Sakura lo trajo aquí? ¿Cuáles son sus intenciones?

Ino se sentó, sus manos apretadas sobre su falda mientras recordaba las palabras que Sakura había dicho. —Sai, tienes que ayudarme.— Luego dijo, sus ojos mirando hacia la puerta que permaneció abierta detrás de Sasuke.

Sintiendo su malestar, Sai miró hacia la puerta. —Podemos hablar en algún lugar más privado si quieres.— Ino asintió y Sai le ofreció su mano para ayudarla a pararse y bajar las escaleras mientras la última campana del día sonaba.

—¿Querrás quedarte después?— Le preguntó, recordando el acuerdo que él y Kiba hicieron con Kakashi. —Es que Kiba y yo nos llevamos muy bien, que ambos decidimos quedarnos a limpiar la escuela solo porque se nos dio la gana.— Explicó, aliviando la preocupación de Ino mientras sonreía.

* * * *

Al fin, después de que los estudiantes ruidosos se fueron de los pasillos y fuera de la escuela a sus hogares, Kakashi se preparaba para ir a saludar al grupo justo cuando Sasuke entró, y con una pequeña sorpresa en sus manos.

—¡Mis Dioses¡ Pero, ¿qué pasó?— Kakashi saltó de su silla, apurándose para correr hacia Sasuke y ayudarlo a llevar a Naruto a una silla.

No queriendo decir nada sobre Ino o Sakura por el momento, Sasuke simplemente contestó: —Alguien está esta detrás de él.

—Pero, ¿quién lo hizo, Sasuke?— Una idea vino a la mente de Kakashi que hizo abrir sus ojos en preocupación. —¿Fue Kiba? ¿Es de esto lo que Naruto estaba hablando?

—No, Kiba no va alrededor empezando peleas.— Dijo una vez más. —No sé quién fue, pero Sai y yo vamos a llegar al fondo de esto.— Sasuke dijo, aliviando los pensamientos de Kakashi.

—¿Por qué no lo llevaste a la enfermería? Oh, espera, no, eso no estaría bien, Tsunade se involucraría y...— Pasándose una mano por el pelo, Kakashi se detuvo a medias, preguntando: —Nadie te vio, ¿verdad?

Sasuke sacudió la cabeza.

—Oh, dioses, ¡las cámaras! Tendré que ir y-

—De eso no se a preocupe que ya alguien se ha encargado de eso.— Anunció Sasuke. Kakashi parecía quedar un poco confundido, pero su confusión se fue cuando sus ojos volvieron a Naruto y pronto saltó de nuevo a acción: corriendo a su gabinete y sacando un botiquín de que nunca había usado.

Asistiendo a las heridas pequeñas de Naruto, Kakashi logró detener el sangrado del labio de Naruto, y añadieron unos cuantos vendajes encima de la piel rosada.

Tan pronto cuando comenzaron a aplicar un ungüento a las magulladuras en el estómago del rubio, un golpe fue oído en la puerta y ambas cabezas se volvieron rápidamente a ella, luego de nuevo al uno al otro mientras contemplaban qué hacer.

Después de una rápida y silenciosa pelea de ruidos aleatorios, Kakashi se puso de pie, ajustando su chaleco mientras caminaba hacia la puerta, abriéndola rápido antes de que la persona detrás de ella pudiera comenzar a abrirla.

—Ah, Kurenai.— Se paró junto a la puerta, sin abrirla más.

—Kakashi, vine a recoger algunas copias para... ¿está todo bien?— Ella preguntó, notando cómo Kakashi se inclinaba casualmente entre la puerta y el marco, sus manos sosteniéndose fuertemente a la puerta.

—Todo bien. No hay nada mal.— Él sonrió.

—O... Okay... uh, necesito recoger algunas copias para la reunión de esta tarde y usted es el que esta a cargo de ellas. ¿Le importaría si- lo siento, ¿está seguro de que está bien?— Preguntó de nuevo, sintiéndose extraña mientras Kakashi solo sonreía alegremente.

—Ah, ¡las copias! ¡Ha usted venido a recoger las copias! Ah, pero mire, no las he recogido de la impresora, así que si quisiera seguirme...— Kakashi cerró la puerta torpemente detrás de él, dejando a Sasuke que la cierre con seguro detrás de él para terminar de atender a Naruto.

—Pero tienes una impresora en tu ofici-

—Sí, sí, pero yo de tonto le hizo clic en la fotocopiadora en el pasillo de los estudiantes de primer año.

—¿Hasta allá?— Preguntó Kurenai, sintiendo algo raro de Kakashi.

—Sí. Así que solo sígueme y pronto estaremos allí.—  Kurenai lo miro con los brazos cruzados, pero comenzó a caminar detrás de él de todos modos.

Suspirando de alivio, Kakashi solo esperaba que Sasuke se diera prisa y termine de atender al rubio.

Y Sasuke hizo justo eso. Terminó justo a tiempo para oír pasos que caminaban de regreso a la oficina, la voz de Kakashi no muy lejos.

—Kurenai, por favor, tal vez estén en el otro pasillo.— Kakashi se apuro hacia ella, deteniéndola en sus pasos. Kurenai se dio la vuelta, su cara un poco molesta.

—Si caminamos por otro pasillo, terminaremos en la parte abandonada del edificio y apenas hay electricidad allí. Dudo que las copiadoras funcionen en esa parte de la escuela.

Kakashi vio a Sasuke sacar su cabeza de su oficina detrás de Kurenai. Dándole una señal con la cabeza, Kakashi sabía justo que hacer para distraer a Kurenai el tiempo suficiente para dejar que Sasuke saliera de la oficina con Naruto.

Suspiró y agarró a Kurenai por la cintura. La miro con una mirada suave y con una voz baja, le dijo: —Kure-chan, ¿te he dicho alguna vez que tus ojos son simplemente maravillosos?

Ahora Kurenai parecía estar en una pérdida de palabras. Pero, seguramente su plan estaba funcionando ya que vio a Sasuke empujando a Naruto fuera de su oficina en una de sus sillas con ruedas.

—¿O- o te he dicho alguna vez que eres lo único que pienso últimamente?— Preguntó, tratando de inventar más líneas para distraerla mientras Sasuke intentaba hacer que las ruedas no hicieran ruido.

Afortunadamente, Kurenai apenas oyó el sonido ya que al pisar el pie de Kakashi duro con el talón de su zapatilla causo mas ruido que la silla. Desafortunadamente para Kakashi, el dolor iba a durar probablemente por el resto del día.

Pero al menos Sasuke y Naruto lograron escaparse sin ser vistos.

—¡Basta de bromear, Kakashi! ¡Soy una mujer casada y no voy a permitir que usted actúe de esta manera hacia mí! Ahora, ¿me va a dar esas copias o tengo que marchar en su oficina para obtenerlas?

Viendo que ya no había ninguna amenaza de ser atrapado, Kakashi caminó torpemente hacia su oficina. Abriendo la puerta, miró a su escritorio donde las copias estaban extendidas donde cualquiera podía verlas.

—Oh, que torpe. ¿Quien diría que estaban en mi oficina?

Ámame || sasukeuchihadesu » vonlaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora