Cinco

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Naruto no tenía ganas de levantarse de la cama. Había tenido el sueño mas extraño de su vida la noche anterior. Lo que era, no sabía, no se acordaba bien de los detalles, pero sin duda era preocupante.

Al sentir la ansiedad del día, el rubio pesó sus opciones de o quedarse en casa o ir a la escuela. Por alguna parte, se sintió un poco aliviado en el hecho de que si el plan de Kakashi funcionaba, entonces él y Sasuke serían amigos de nuevo, pero por el otro, pensó en el dolor que Sasuke seguramente traerá. Dudaba que el Uchiha quisiera hablar con el en gran humor.

Hay que ir, esto podría ser la oportunidad de empezar de nuevo!> Su mente esta mañana se mantuvo positivo, el demonio que siempre era negativo seguía durmiendo en alguna parte en él fondo de su mente.

—Sí, supongo que debería ir.— Naruto dijo en voz alta, sonriendo mientras sus ojos aún permanecían cerrados ya que todavía estaba tumbado en la cama.

La voz positiva le alentaba, diciéndole que se levante y se aliste. <Hoy voy a hablar con él, y luego volveremos como si nada hubiera pasado.> Naruto estaba incrédulo en lo positivo que estaba.

Pero todavía no iba salir de la cama.

Aun tratando desesperadamente para levantarse, no podía hacerlo. La cama era mucho más cómodo y cualquier movimiento que hacia lo hizo retroceder a su posición original, de vuelta a la calidez y sabanas cómodas.

Permaneció en sus pantalones flojos, después de un tiempo finalmente levantándose sólo para agarrar una camisa para ponerse antes de echarse de nuevo entre las sabanas.

En el otro lado de la ciudad, Sasuke también luchaba para levantarse de la cama. No había pegado ojo la noche anterior y sin duda estaba de mal humor.

Estaba tumbado en la cama, tirando su sabana al suelo. Pensó en levantarse e ir a la escuela pero, pensándolo bien, tenia sueño, estaba de mal humor, tenia hambre, y no tenía ganas de levantarse en absoluto.

Después de pensarlo un poco más, miró a su teléfono y contempló el tiempo. Eran sólo treinta minutos antes de ir a la escuela, así que Sasuke decidió que lo pensaría un poco más hasta que ya era hora.

Unos veinte minutos después, se levantó una vez más para coger la sabana del suelo y saltó de nuevo en su cama. Buscó su teléfono, sabiendo muy bien que lo había puesto bajo su almohada. Frustrado que no podía encontrarlo, gruñó cuando se levantó una vez más y arrojó sus almohadas en el suelo, todavía sin encontrar su teléfono.

Se puso de pie y miro a su alrededor casi medio dormido por un tiempo antes de abandonar su misión de encontrar su teléfono y caminando hacia la cocina, donde se quedó en frente del refrigerador. A pesar que el refrigerador estaba lleno, el azabache no encontró nada para comer y frunciendo el ceño, cerro la puerta.

Al escuchar el timbre de su teléfono, se lanzó a su habitación, casi chocando su dedo pequeño contra la mesa en la sala de estar. Empezó a buscar de nuevo, usando el timbre como un guía y al fin, encontró su teléfono dentro de la funda de una almohada.

Metió su mano adentro de la funda de la almohada y sacó su teléfono, justo en tiempo para responder a la llamada de Shino.

—¿Si?— Sasuke contestó el teléfono.

—¿Sasuke? ¿Por qué no estás aquí?— preguntó Shino, claramente rodeado por sus amigos, juzgando por el ruido de fondo. —¿Vas a saltar clases? ¿Donde?— Preguntó.

—Bueno, si. Me quedo en casa, ¿vienes?— preguntó Sasuke, buscando el cargador cuando su teléfono sonó la alerta 5%.

—Claro. ¿Quieres que traiga algo?— preguntó Shino.

Ámame || sasukeuchihadesu » vonlaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora