Ámame || sasukeuchihadesu » vonlane

Veintitres

—No es que yo esté enojada, simplemente estoy. . . sin palabras, eso es todo.— Hinata miró hacia el cielo mientras se sentaba en el columpio, Naruto balanceándose más y más a su lado.

—Si, digo lo mismo.— Dijo, sincronizándose antes de saltar del columpio y aterrizar perfectamente sobre sus pies. —Pero supongo que está bien. Extrañe mucho hablar con él, ¿sabes?

Hinata sonrió, asintiendo con la cabeza. —No tengo ningún problema con eso, pero si vuelve a meterse contigo, no podrás impedir que le dé una pedazo de mi mente.— Se rió un poco, viendo los ojos de Naruto abiertos mientras ella comenzó a saltar del columpio. —Entonces, ¿a dónde hoy?

* * *

—Por la última vez, Sakura. No.— Sasuke estaba de pie frente a su casa, una Sakura cabreada exigiendo que hablaran de por qué la relacion se estaba acabando.

—Esto tiene que ver con Naruto, ¿verdad? ¡Es su culpa que estés rompiendo conmigo!— Dijo ella, su rostro fingiendo una triste emoción mientras dentro se reía de lo que Naruto iba a pagar por esto.

—Esto no es culpa de Naruto, es tuya. Tu eras la que está detrás de todos esos ataques, ¿no ? ¡Tú le hiciste daño y por eso, esto se acabó!— Sasuke quería más que gritarle, joder, en el fondo deseaba poder darle una bofetada, pero eso estaba mal y decidio que gritando estaba bien. —No voy a decirte nada más, Sakura, así que te sugiero que te vayas. Metete con Naruto de vuelta y me aseguraré de que esos secretos pervertidos tuyos salgan a luz a todos en la escuela.— Con eso, abrió la puerta y entró, cerrándola y dejando a Sakura muy enojada afuera.

—Si así es como quieres jugar, que así sea, Uchiha.

* * *

—Kiba, ¡lo estás haciendo mal!— Naruto gritó, ayudando a Kiba a ordenar los papeles adecuadamente.

—Como si me importará una mierda, solo son papeles.— Kiba gruñó. Una vez más, los cinco se habían quedado después de la escuela y los únicos trabajos que tenían eran organizar los papeles de los maestros, entregarlos a sus aulas y organizar los nuevos libros en la biblioteca. Hubieran terminado mas temprano con suficiente tiempo para hablar solo si Kiba no se hubiera equivocado.

—Chicos, ¡dejen de jugar!— Ino se acercó a los dos niños irradiando una intención asesina. Agarró los papeles y los ajustó, saltando un poco cuando alguien puso la mano sobre su hombro. —¡Sai!

—Sabes, Zafiro, me preguntaba: ¿por que no major dejemos a estos dos e irnos a otro lugar?— Preguntó, sólo para recibir una pequeña risa de la rubia.

—Tus intentos de coquetear son buenos, Sai, pero no. ¿Qué te parece si mejor, entregas estos papeles para que podamos terminar?

—Sabes, era mucho mas divertido conquetear contigo cuendo te enojabas.— Sai dijo con un puchero en los labios, ganándose una bofetada en el hombro de parte de la rubia avergonzada. —Bueno, entonces me ire. ¡Zorrito!

—¿Qué?— Naruto gritó detrás de una pila de libros, su batalla con Kiba terminada ya que el otro muchacho encontró una nueva distracción con un carro de libros.

—Ven aquí y ayúdame a entregar estos papeles.

—En realidad,— Sasuke salió de la sala de ordenadores y vaciladamente colgó su brazo alrededor de Naruto, —él me está ayudando. ¿Por qué no le preguntas a tu novia?

A eso, Ino se sonrojó, —Ah, jeje, ¿qué tal si no empezamos con esto?

—Eso suena más interesante.— Sai fingió pensar, su dedo golpeando su barbilla mientras miraba a la rubia ruborizada a su lado. —Está decidido, entonces. Vamos.— Dijo, agarrando la mano de Ino y sacándola de la biblioteca con la pila de papeles.