Esos últimos cinco días habían sido los mejores de mi vida. Marcos era el chico perfecto. Amable, simpático, cariñoso, romántico. Mi despertador sonó, señalando que era las siete de la mañana y yo tenía que ir al instituto. Me levanté con los ánimos por los suelos, sin ganas de nada. Abrí mi armario y elegí mi ropa. Algo sencillo y cómodo. Después de vestirme, mi madre me llamó desde la cocina y mi hermano entró en mi cuarto gritando como un desesperado. Mi hermano no aprenderá nunca, antes de entrar hay que llamar a la puerta, pero ya estaba acostumbra y le pedí que se calmara. Me dijo que él me llevaría al instituto por precaución. Me pareció raro, ya que desde que se sacó el carnet, me lleva a todas partes, es una de las pocas cosas que me gustan de él. Bajé a desayunar y mientras mi madre me preparaba el bocadillo, mi hermano miraba la televisión con una tostada en la boca, dándome a entender que nunca cambiaria. Yo seguía viendo a ese niño enamorado de los teletubbies, que se levantaba antes que nadie para verlos.
Terminé de desayunar y salimos hacía el coche con mis dos maletas. Al entrar, mi móvil me aviso de que tenía un nuevo mensaje. Lo abrí y decía:
Buenos días princesa, despierta ya anda, que te echo de menos. Sólo quiero que sepas que hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana. Ahora sal de tu cama a comerte el mundo con tu sonrisa que es preciosa, porque de comerte a ti me encargo yo. Te quiero, M.
No podía ser más romántico. Suspiré al recordar que seguramente no lo vería durante toda la semana. Llegamos al instituto y Cristina salió disparada a los labios de Sergio. Me preguntó si el día que se cansen el uno del otro seguirán siendo amigos. Sara me abrazó con una sonrisa, más alegre de lo normal. Detrás de ella apareció un chico de ojos azules que me recodaban…Marcos. Era él. Me deshice de las dos maletas y me lancé a sus brazos. Me abrazó como quién abraza a un osito de peluche, con amor y delicadeza. Después del abrazo me besó tiernamente en los labios y me explicó que después de sus dos años en el instituto era la primera vez que me veía.
¿Marcos llevaba dos años en el instituto y yo no lo sabía? Definitivamente tengo que dejar de soñar despierta. Entramos en clase de lengua catalana y Marcos se sentó a mi lado. Pasamos la hora entera hablando de nosotros y al terminar la clase, él pidió permiso a la profesora para hablar. Se puso de pié y caminó junto a la mesa de está. Levantó la mirada y dijo:
- Miriam y yo somos novios y el anillo que lleva lo demuestra. Te quiero, princesa.
Te juro que algún día lo mataré, a no ser que me maté antes él de vergüenza. Lo quiero tanto.
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HOOOOLAA! A que marcos es el chico perfecto?? jajaja que mas hay que desaar! :)
Laters, baby
kisses :)
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Dieciocho y enamorada
RomanceMi nombre es Miriam y soy una chica corriente que vive en Barcelona. Alta y delgada con los ojos marrones y una larga cabellera rubia. Queda un mes para que cumpla los dieciocho y nunca me he enamorado antes. Mis amigas, Sara y Cristina, me dicen qu...