Capitulo 6: En un día se descubre todo

194 11 0
                                    

Éramos fin de semana y sabía lo que significaba eso. Tendría que explicar todo lo que estuviera relacionado con Marcos. Me levanté a las diez de la mañana y le envié un mensaje a Marcos:

Cariño, buenos días. Reza para mí.

Al segundo recibí su respuesta:

Buenos días, mi amor. ¿Rezar por ti? No sé por qué, pero me parece que tengo la culpa.

Sabía perfectamente que la culpa era suya. Lo llamé y hablamos durante veinte minutos. Le expliqué que por culpa de su muestra de amor, tendría que pasarme horas hablando sobre mi vida. Él, haciéndose el inocente, me dijo que pasaría a buscarme para llevarme a casa de Cris, pero le dije que ya había tenido suficiente con el instituto.

La hora llego y yo ya estaba preparada para irme. Una maleta con ropa y mi pijama, también con maquillaje y la cámara de fotos. Al llegar a su casa, Cris, Ana e Ingrid me esperaban sonriendo en la puerta. Me cogieron por los brazos y todas juntas nos dirigimos a la habitación de Cris. Me sentaron en la cama y me empezaron a preguntar como reporteras que buscan la exclusiva. Les explique cómo le conocí, como le besé por primera vez, como quedábamos…y poco a poco iba viendo como las cara de las chicas se volvían tiernas y llenas de alegría. Cada vez estaban más cerca de mí, y más, y más. Hasta que saltaron encima de mí. Cris me cogió de las manos, Ingrid de las piernas y Ana me cogió el móvil. Al ver que Ana tenía el móvil en la mano empecé a moverme pero Ingrid y Cristina se encargaron de que no lo hiciera. Ana marcó el número de Marcos y sonaron los dos primeros pitidos y al tercero él contestó:

-       Cariño, ¿Qué pasa?

-       Lo siento pero tu Cariño no está disponible, está atada a la cama. ¿Quieres dejarle un recado? – Contestó Ana como si fuera una maquina.

-       Me parece que eres alguna de la amigas de Miriam, ¿Ana puede ser?

-       ¡Qué listo! Miriam, tu novio es muy listo. – Me chilló desde la silla al lado del escritorio.

-       Muchas gracias Ana. Miriam está bien ¿no?

-       Si, está en buenas manos, tu tranquilo. Te manda recuerdos y un beso. Chao.

Pero no pude escuchar la respuesta de Marcos, Ana colgó. Estaba a punto de chillarles a todas pero me controlé. Pasamos la noche contando secretos, comiendo golosinas y haciendo fotos. 

Dieciocho y enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora