La Hermana Adoptada De Marinette[Adrien/Chat Noir y Tu]-RESUBIENDO-

Nuevo comienzo

Mordió su uña con nerviosismo y dio vuelta por la habitación, hasta que escuchó como tocaban la puerta.

—______, soy Marinette, ¿puedo pasar?—La de ojos oscuros abrió la puerta y la azabache levantó ambas cejas.—¿Que te ocurre? Pareces nerviosa.

—Sí, estoy muy nerviosa, ¿sabes cuántas veces he ido al baño de los nervios?—Se sujeto el estómago.—Aquí viene de nuevo.—Y se encerró en el baño.

—Pero no tienes que estar así de nerviosa, es cierto que llegas unos meses después de iniciar las clases y que vas a estar con gente nueva—eso último lo dijo en voz baja—pero no tiene nada de malo.

Pasaron unos minutos en silencio hasta que la pelinegra salió con el sudor corriendo por su frente y con los labios pálidos.

—Creo que moriré—tomó de los hombros a la francesa—¿y si lo retraso más?

Marinette negó y comenzó a arrástrala hasta la salida.

—Todos los trámites están hecho, no puede pasar de hoy.

—Pero, ¿qué dirá la gente? Tus amigos, no se lo has dicho a nadie.

—¿Qué le diré? Que eres mi hermana, después de todo compartimos apellido, ahora eres _______ Dupain-Cheng.

________ dejó de poner resistencia y dio un largo suspiro.
Un mes después de la conversación que tuvo con Sabine, pudo comenzar una vida como la adolescente que era y hoy era el primer día de clases.
Estaba preocupada por los chismes y la reacción de la gente, Marinette había estudiando en ese instituto desde hace varios años y todos sabían que era hija única, tampoco compartían rasgos y no había forma de excusarse.
Lo que más le preocupaba era avergonzarla porque era una extranjera que aunque había aprendido francés lo hablaba de forma regular a pesar de que los Dupain-Cheng aseguraban que la entendían.

—Vámonos o llegaremos tarde.—Se resignó la de ojos café mientras tomaba su mochila.

—Seguro que vas a tener un gran día.—Comentó Sabine quien les brindaba la merienda a ambas junto a un beso en la frente.

Iba conteniendo las ganas de vomitar a lo largo del trayecto y trataba de pensar en ovejitas para no soltar lo poco que había desayunado.

—No sabía que te ponías tan nerviosa con estas cosas.—Comentó la de ojos azules mientras la abanicaba con un trozo de papel.

—No se me ha dado bien sociavilizar.

—Pero siempre hablas mucho, bueno lo has comenzado a hacer hace 1 mes pero se nota que te gusta hablar.

_______ asintió.

—Soy una introvertida-extrovertida, necesito que me adopte un extrovertido para poder ser yo misma o sino moriré.

—No seas así, mira ahí está Alya, es mi mejor amiga, te la voy a presentar.—Marinette tomó su mano y salió corriendo hacia su amiga.—¡Buenos días!

—Buenos días Mari, uy, ¿que tenemos por aquí?

La morena brindó una gran sonrisa y miró a la extranjera quien estaba detrás de la azabache.

—Hola soy ________.—Se presentó tratando de sonreír pero solo le salió una pequeña mueca.

—Alya Césaire, encantanda.—Y se acercó a brindarle dos besos.—¿Ella es tu amiga del extranjero?

La de ojos azules rió con nerviosismo y miró a la pelinegra quien arqueó su ceja.

—Han pasado una serie de cosas, pero en realidad es mi hermana.

Césaire pestañeó y soltó una pequeña risa, para después revisar la fecha en su teléfono.

—Aún no es el día de los inocentes ehh—pero Dupain-Cheng no paró de reírse—no me jodas, no es una broma.

La morena se tapó la boca y miró a cada una, mil veces tratando de encontrar algún parecido pero no podía.

—¿Que tal chicas?—Saludó una voz desde el fondo, era Nino y venía acompañado de Adrien.—¿Que te ocurre amor? No has dicho nada.

Césaire pestañeó un par de veces más para luego girarse a mirar a su novio.

—¡Marinette tiene una hermana!—Y señaló a la chica que saludaba con una pequeña sonrisa.

—Oh—fue lo único que pudo decir el moreno mientras tragaba saliva—os parecéis un montón—dijo mientras reía con nerviosismo.

—No somos hermanas biológicas—aclaró Marinette.

—Entonces no os parecéis en nada.—Volvió a comentar el de gafas y eso le hizo recibir un codazo por parte Alya.—Soy Nino Lahiffe, novio de Alya y amigo de Marinette encantado.

—_______.—Ambos se estrecharon la mano y esta vez todos miraron a Adrien, quien sorprendentemente no había dicho nada.

—Ah, este disculpa, soy Adrien Agreste, también amigo de Marinette.

Ambos se miraron por un segundo y compartieron la sensación de que ya se habían visto antes, pero ninguno dijo nada.
Pero la chica descartó esa idea porque apenas había salido de su casa.

Una vez más ese ambiente extraño fue salvado por la campana.

—Creo que es hora de ir a clase—tartamudeó la de ojos azules y fue la primera en emprender la marcha hacia clase pero a su vez tropezó contra un escalón.

_______ se tapó la boca con sorpresa sin saber como reaccionar, era consciente de que la azabache no tenía mucha suerte pero no de forma tan continua.

—¿Te encuentras bien?

El rubio le brindó una mano para ayudarla y fue cuando la de ojos oscuros fue consciente de la escena.
Mejillas sonrojadas, movimientos exagerados, nerviosismo al hablar y un rechazo rápido.

"Marinette gusta de Adrien." Dijo en su mente mientras miraba la escena con gracia.
Pero se quedó en silencio y miró a Alya con una pequeña sonrisa.

—Yo llevaré a ______ con el director para que le diga donde debe ir.—Se ofreció Césaire y tomó de la mano a la menor y a Nino quien iba protestando por el camino.

—Pero, pero, no hace falta ya voy yo.—Comentó Dupain-Cheng.

—Espera Marinette—Agreste impidió que se fuese y la de ojos azules sintió que iba a morir de la emoción.—Te sangra la mano, si quieres te acompaño a la enfermería.

La de ojos azules miró sus manos con raspones y dio un largo suspiro.

"Solo yo puedo pensar que esto es algo romántico."

—Gracias, estoy bien, te veo en clase.—Y sin decir más salió corriendo hacia el interior del instituto.