relato IX

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Nuestra historia es de esas historias que se niegan a evaporars, de esas que se despiden constantemente, pero buscan la manera de reencontrarse, de dejar una chispa encendida, de reencontrar un pretexto que nos haga volver. Tengo en mi mente los recuerdos intactos de nuestro amor, desde ese primer beso, hasta nuestro último adios, recuerdo muy bien tus palabras, esas de que tu yo estabamos destinados a estar, me crei el cuento de que estabamos hechos el uno para el otro, qie llegaria un momento en que nuestro tiempo seria perfecto y no volveriamos a separarnos más.
Recuerdo todas nuestras promesas, mi ilusión por reencontrarte una vez mas, de la emosion que representaba para mi cada encuentro y reencuentro, cada nuevo primer beso que sin embargo me sabia igual. No lo niego, nuestro tiempo juntos fue maravilloso, inolvidable, fuiste sin duda un recuerdo que se quedará conmigo de por vida, pero por mala suerte o por destino siempre tendremos que decirnos adiós.
Sabes, ha llegado el momento de darnos un adiós definitivo, de seguir cada quien su camino, la suerte entre nosotros se acabó, la verdad es que se a perdido el encanto y el amor ya no fluye igual; sin embargo, que de alguna manera estarás siempre presente como un buen recuerdo, como mi más bella historia de amor.
Prometeme tú tambien que recordaras todos los besos que nos regalamos, las caricias, los abrazos, proneteme que conservaras en tu mente las sonrisas, las promesas que nos hicimos, esas que siempre encontrariamos el camino para ser felices, más de un motivo para seguir. Se que cada quien logrará hacer realidades sus sueños, que aunque en caminos distintos haremos realidad todos los planes, quizas en compañía de otras manos, de otros besos, de otras bocas.
Se que todas nuestras palabras no serán echadas al viento, sé que tu futuro y el mio serán buenos, que tal vez algún dia nos volvamos a encontrar, aunque ya sin intención de revivir un viejo amor, pero con la dicha de vernos otra vez, podremos reir, podremos apreciar que las pequeñas cosas que nos hacian volar, seguinar siendo el motor para vivir, para sentir de verdad.
Me cuesta un poco admitirlo, pero después de tantos encuentros y fallidos reencuentros, nuestro amor se enfri, la distancia poco a poco la mato.

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