Harry Potter Imaginas

Lucius Malfoy I.- Todo irá bien.

El cuarto se hacía más y más pequeño, tu corazón palpitaba rápido, respirabas con dificultad, tocabas tu largo vestido blanco y arreglabas tu velo cada minuto, tratabas de limpiar el poco sudor de tu frente para no arruinar el maquillaje, en fin, estabas nerviosa por tu boda.

Te miraste al espejo una vez más, tu vestido largo de tela de caída acorde a los 80', se veía espléndido para ser elegido por tu madre, una corona de flores decoraba tu cabello, y de allí de sostenía tu largo velo, todo está bien, todo en su sitio, maquillaje y peinado perfectos, hasta tu hermana había arreglado tus uñas, tenían los accesorios correctos pero nada lo veías correcto, no te sentías para nada entusiasmada sobre una boda arreglada.

Pocas lágrimas corrían por tu mejilla en silencio, las limpiabas rápido con tus dedos para que nadie notará que se corría tu maquillaje, tratabas de actuar una sonrisa pero era imposible, sólo seguías preocupándote; alguien llamó a la puerta, tu hermana entraba mirándote a través del espejo con esa mirada de lástima, esa mirada de "No te preocupes" "Lo lamento", esa mirada que no era suficiente.

- Necesito hablar con él.- Tratabas de hablar sin romperte en pedazos.

Tu hermana pestañeo rápidamente en sorpresa.- Madre no quiere un alboroto.

- No habrá un alboroto, sólo llámalo.- Dijiste en voz alta.

Tu hermana asintió y se retiró, controlaste tus sentimientos y trataste de no derrimar mas lágrimas. Desde tu ventana lograbas ver a la gente que entraba a la mansión, todos con regalos en la mano, sus vestidos más elegantes, algunos en la ropa usual de magos y brujas, todos de sangre pura obviamente, todos unos hipócritas.

Tocaron la puerta.- Pase.- Dijiste en un hilo de voz.

La habitación se inundó de su aroma, se llenó de su aura, sabías que era él y giraste a encontrar su ojos, pero él sólo miraba al piso, derecho y elegante, el traje de novio ideal, mejor dicho... el novio ideal.

- Es mala suerte mirar a la novia antes de la ceremonia.- Su grave voz apenas y se escuchaba.

- Lucius....creo que es una tradición bastante estúpida para que lo creas.- Te acercaste a él un poco.

Subió la mirada y te vió, miró cada detalle de tu vestido, su rostro, sin expresión, a excepción de un brillo en sus ojos.

- Estas Hermosa.

Sonreíste un poco.

- Tu elegante.

Se apoyo en la puerta.

- Lucius.- Soltaste en un susurro.- No puedo.

El te miró sin sorpresa alguna, caminó hacia ti para que los dos hablarán sin levantar la voz, muy peligroso si alguien los escuchará.- Lo sé, yo se que no querías esto.

- Tu tampoco, tenemos dieciocho años, no es normal que la gente se case a esta edad.

- Nada es normal en estos tiempos.

Te miró fijamente.- Lo siento tanto T/N.

- ¿Disculpa?

Se alejó caminando a la puerta y apoyó una mano en ella.- Yo.. Yo te busqué primero, sabía que me buscarían una esposa pero igual te buscaba, quería estar contigo... en el fondo sabía que si lo seguía haciendo te obligarían a casarte conmigo y yo se que no es tu estilo, yo se que no nos conocemos tan bien.. lo siento.

Miraste a todos lados confundida, los dos habían comenzado a salir en tu último año de Hogwarst pero nada serio, hasta que al finalizar la escuela tu madre te avisó que tenías que casarte nada mas y nada menos con él, era muy peligroso decir que no, para los dos obviamente, su familia era muy poderosa y tu familia no mucho, era aconsejable sólo decir que sí.