Megan
- ¡Levántate!- me gritan en el oído para después sentir agua helada en la cara.
- Juro que te mataré- le grito a Jenn mientras ésta se retuerce de risa en el suelo.
- Tu...tu...tu cara- dice entrecortadamente- ¡ya tengo algo de qué reírme toda la semana!
- Estúpida- siseo y las gotas se me resbalan a la espalda.
- Son las 2 y tú aún seguías durmiendo, te he traido la comida ya que no me acompañaste ni a clases.
- ¿Comiste con las chicas?- pregunto sorprendida.
- Ashley me está evitando, sólo me acompañó Dina, le conviene a la mentirosa escapar si es que no quiere morir sin pechos y calva.
- Tranquila Jenn, mejor dame la comida si no quieres que practique canibalismo contigo.
- Mensa- se ríe y me extiende una caja de pizza.
Justo lo necesario, una pizza de salami, abro la caja y sólo veo tres pedazos adentro.
- ¡¿Te comiste más de media pizza?!- le grito asombrada- un momento, ¿de dónde sacaste la pizza?
- Come y deja de molestar- me dice.
- Tres pedazos no me llenan- me vuelvo a quejar.
- Los chicos vienen a las ocho, tenemos que apurarnos un poco- me da una mala mirada y pone la televisión.
- ¿Qué opinas de Dylan?
- Es lindo.
- ¿Solamente me vas a decir eso? ¿Es en serio?
- Es guapo- voltea los ojos.
- Vamos Jenn, dime algo bueno.
- Es muy amable.
- ¡Oh por Dios Jenn! Te comportas como monja- le pego suavemente.
- No sé qué quieres saber- se ríe.
- ¿Qué tal fue su cita?
- No fue una cita, sólo hablamos.
- ¿Y de qué? Te tengo que rogar para que me cuentes, cuando te vi llegaste al cuarto con él junto con su bola de amigos salvajes.
- Salvajes pero bien que te comiste a Nick.
- No te niego que está guapo, tiene buen trasero- acepto.
- ¡Megan!- me grita por mis palabras.
- Ni que tú no vieras lo mismo pero bueno.
Le quito el control de la televisión y pongo Gossip Girl en Netflix.
- Sólo un capítulo, lo juro- le digo y acepta no tan convencida.
- Se te hace tarde y es tu problema- se sube a la cama conmigo y muerde la pizza de mi mano.
Las horas se pasan volando y cuando menos siento ya son las 6 de la tarde.
- Necesito un Chuck Bass en mi vida- suspiro y Jenn sale del baño.
- Necesitas un baño, apúrate que cuando lleguen te van a ver en toalla.
Me meto a bañar y salgo para escoger mi ropa, Jenn se ha puesto un vestido suelto negro con detalles dorados y unas zapatillas no tan altas rojas mientras que yo opto por un vestido negro con aberturas y mis zapatillas rosas con brillos.
- ¿Qué tal me veo?- le pregunto mientras me doy una vuelta modelando el vestido.
- Como todo un ogro feo- me dice riendo y le doy una mirada fulminante.
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El Chico De Los Ojos Verdes
JugendliteraturEllas son las típicas acosadoras guapas, inteligentes y mejores que el FBI y él no es el típico güero que se cree Dios encarnado, es nuevo en la ciudad, en el colegio y nuevo en la lista de ellas. ¿Pero qué es lo especial de él? Sus ojos, esos herm...