IS

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West se separó de Ashton con el ceño fruncido y miró a Joey.

Si las miradas matasen, la de West fundiría el acero.

El pelinegro le miró con desdén, acompañada de una sonrisa maliciosa.

El ojiverde sintió arder todo su cuerpo, fuego en todos sus órganos y un gran incendio en el frondoso bosque de su iris.

Apretó la mano en un puño y se levantó.

- Podemos arreglar esto rápidamente. - Miró al ojicastaño, que se levantó de igual manera.

Quizá sea más alto y fuerte, pero la rabia del peliblanco ahora mismo podía tumbar un edificio.

- ¿Sólo por decir la verdad? - Se acercó cada vez más, irritando a West.

Ashton se puso detrás del ojiverde, asustado.

- No hagas nada... - Susurró, viendo las intenciones del chico en pegar al mayor.

Bufó. "Me está provocando" pensó. "¿Cómo no se va a merecer que le rompa la cara?".

Joey se acercó hasta su oreja y susurró.

- Lo mejor fue cuando antes de eso, le desvirgué...

No.

West miró a Ashton y éste solo agachó la cabeza. Tímido, avergonzado, ocultando la verdad.

El castaño de verdad hizo eso. No podía creérselo.

Le gustaría pegarle la paliza de su vida a ese chico, le había robado la pureza a Ashton.

De una forma horrorosa y repugnante, en manos de Joey.

- Vámonos, ya. - Cogió el brazo del ojiazul con fuerza y caminó hasta la salida. - Antes de que me vuelva loco y me saquen de aquí a patadas.

Love EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora