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- ¿Crees que esto va a funcionar? - Preguntó West, mirando el reflejo de la luna en el océano.

Ashton se encogió de hombros.

- Lo siento mucho... - Acercó sus rodillas a su pecho y suspiró. - Necesitaba a alguien que...

- Lo sé. - Interrumpió, dejando un silencio incómodo.

Se escuchaban las olas romperse con los acantilados a lo lejos.

El ojiverde suspiró y miró a Ashton.

- Sobreviví al ataque de un tiburón, perdí la memoria por una sirena, crucé el mar en una barca de troncos para llegar hasta ti. Y todo eso mientras tú estabas... - Bufó sin acabar la frase y se pasó las manos por la cara.

Ashton hizo una mueca y miró sus orbes esmeralda.

- Atragantándome con una polla... Sí, eso hice.- Dijo avergonzado y volvió a esconder la cara.

Negó.

- Me siento traicionado...- Murmuró, lleno de tristeza.

El castaño se abalanzó sobre West, haciéndole caer a la arena.

- Quiéreme, por favor... Haré lo que sea.- Murmuraba en su cuello. - Quiéreme, quiéreme, quiéreme...

Sonrió. Era adorable. Quizá su pureza física se había ido, pero la interior siempre estará ahí.

Quizá se equivocó con él, pero se había dado cuenta.

Sus abrazos, su voz, sus besos, sus ojos, su piel, su aroma, su risa... Todo de él era frágil y puro.

- Fóllame aquí. Quiero sentirte, quiero que sea más especial que en cualquier hotel al lado de la playa Vaadhoo. - Dijo Ashton con una sonrisa, mirando a West y las manos entrelazadas con las suyas.

- ¿A-aquí? - Preguntó nervioso, sintiendo la arena en su espalda.

Asintió con una gran sonrisa.

- Por favor...- Susurró.

Observó sus ojos azules llenos de amor, deseo y lujuria. No podía decirle que no.

Lo mejor viene de forma imprevista. O eso dicen.

Love EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora