Como de costumbre me levanté e hice mi rutina diaria, bajé y me encontré con mi mamá.
-Ven por tu desayuno Isaac -me dijo mi madre desde la cocina.
-Voy.
Comencé a desayunar y cuando terminé llevé mi plato al fregadero.
-Me voy ma, ten un buen día en tu trabajo, te quiero -dije y le di un beso en la mejilla para después subir por mis cosas a mi cuarto y lavarme los dientes.
Volví a bajar y mi mamá estaba revisando sus cosas.
-Ten un buen día hijo, gracias y también te quiero -fue lo que escuché cuando salí de la casa.
Caminé como siempre hasta llegar a mi escuela, esta vez no vi a Samanta.
-Qué raro, si salí a la misma hora de ayer -pensé.
Llegando a la escuela no me topé con ella, en ninguna clase, mucho menos en el descanso.
Después volvimos a las clases, me tocaba español, yo compartía esa clase con ella, tal vez y se aparecía por ahí.
-Aarón -dijo el profesor comenzando a pasar lista, creo que le resulta más fácil por los nombres que apellidos, o algo así.
-Presente -respondió.
-Alejandra.
-Presente -respondió la chica.
-Matthew.
-Presente.
Y así fue nombrado a varios chicos hasta llegar al nombre de Samanta.
-Samanta -dijo el profesor, nadie contestó.
Samanta -volvió a repetir.
-Samanta -dijo una vez más, nadie respondió otra vez.
El profesor se comenzó a desesperar.
-Señorita Samanta, conteste - ordenó el profesor más desesperado, otra vez nadie respondió.
-¿Se encuentra la señorita Black? -el profesor nombró a Samanta por su apellido un poco más calmado.
-N... No, no está -tartamudeé un poco.
El profesor me miró con una ceja alzada, ya entiendo, seguro es porque casi no hablo.
-Bien, gracias señor Sumer -me dijo el profesor -prosigamos.
El profesor carraspeo un poco su garganta y luego comenzó a seguir nombrando a los demás alumnos.
De pronto dejé de poner atención a lo que el profesor decía y comencé a pensar en Samanta, ella ¿estará bien?, ¿por qué no la he visto en todo el día?, ¿a caso ha faltado a la escuela?, ¿se habrá enfermado?, ¿habrá venido a la escuela pero se esconde de mí?
Miles de preguntas rondaban mi cabeza, ¿qué habrá pasado con ella?
Salí de mis pensamientos y noté que el profesor decía algo y me miraba atento, pero no entendía nada.
-Te están nombrando -Jacob me dio un codazo, un compañero.
-Ouch -susurré -oh, um... lo siento, presente -dije un poco avergonzado.
-¿Se encuentra bien, señor Sumer? -me habló el profesor un poco confundido.
-Sí, oh... um... solo... solo estaba ¿distraído? -dije y había sonado más a pregunta -sí, distraído, eso -dije algo nervioso.
-Claro, que no se repita, por favor -dijo serio el profesor.
-Si profesor, perdón.
El profesor solo asintió con la cabeza y siguió nombrando a los alumnos que faltaban.
-¿Te encuentras bien? -preguntó Jacob un poco preocupado.
-Sí tranquilo, como dije, sólo estaba distraído -dije tratando de sonar "normal."
-Bien -respondió un poco extrañado.
-Gracias por decirme -reí un poco.
Cuando terminó la clase comencé a guardar mis cosas, de pronto sentí que alguien me tocó el hombro, rápidamente volteé y me di cuenta que era Jacob.
-Dime -dije levantando mi mochila.
-¿Qué harás este sábado?
-Pues... -pensé -creo que nada, ¿por qué?
-¿Quieres que salgamos un rato?, no sé, quisiera ser tu amigo, eres un buen tipo -rió.
-Hmm... -pensé -claro -reí.
-Bueno, nos vemos -me dio un leve golpe en el hombro y luego se dio la vuelta para salir del salón
ESTÁS LEYENDO
Samanta. (EDITANDO)
RastgeleSamanta es una chica solitaria. ¿Cuál es la razón por la que ella actúa de esa manera?, ¿Qué es lo que Samanta esconde?, ¿Por qué no quiere que nadie lo sepa? Isaac no parará hasta saber que esconde Samanta.