Houkago Heart Time, a けいおん!! K-ON!! Fanfiction

Capítulo 5: Sentimiento

Casi se me caía el celular de las manos y sentía que se me acababa el aire.

- ¡Yui! ¿Vas a responder? ¿¡Qué le pasa a Azusa!? - Mio sonaba cada vez más desesperada en el altavoz de mi celular, mientras que Ui escuchaba todo.
- ¿Qué pasa con Azusa, Yui? - mi hermana, preocupada, se me acercó un poco.

No sabía qué hacer, mi mente estaba completamente bloqueada. ¿Debía decirles la verdad a Mio y Ui? Sentía que no tenía otra opción, y ya era muy tarde para pensar en alguna mentira.

- ¡¡Yui!! ¡¿Me estás escuchando?! ¡¡Yui!! ¡¡Yui, respón...

Un estruendo interrumpió a Mio. Con mis brazos temblando, no noté que mi celular había caído al suelo. El aparato se desarmó con el golpe y se apagó.

- Onee-chan, ¿estás bien? - Ui se agachó a recoger las partes del celular que estaban dispersas por el suelo.
- ¡No sé! - fue lo único que pude decir, me acosté en la cama mirando al rincón y me agarré la cabeza.
- ¿Por qué Mio se oía tan desesperada?
- ¡No sé!
- ¿Y qué pasó con Azusa?
- ¡No seeeee! - me hacía bolita sobre mi cama mientras mi hermana volvía a ensamblar el celular - No entiendo nada, no sé qué le pasó a Azu-nyan y no sé por qué Mio me gritaba de esa forma.
- Sea lo que sea, parece que Mio estaba muy enojada - decía Ui mientras terminaba de ensamblar mi celular y lo encendía -. ¿Segura que no pasó nada entre Azusa y tú?

No iba a responderle por cuarta vez lo mismo, así que solo me giré, aún acostada, para mirarla.

- Pues parece que te acaban de dejar un mensaje.

Me apresuré a levantarme para quitarle mi celular de las manos a mi hermana. Era un mensaje de texto de Azusa que decía: "Tranquila, no les dije nada". De pronto, se me iluminó la mente.

- Este... Azu-nyan se enojó porque no quise ensayar hoy, pero ya se le pasó - dije intentando sonar lo más natural posible mientras me ponía de pie.
- ¿Entonces era eso? qué bueno, pensé que había sido más grave - Ui se calmó, tristemente a causa de una mentira -. Onee-chan, yo venía a invitarte para que compartieras conmigo y Jun.
- Tengo sueño, Ui...
- Trajimos galletas y...
- ¡Voy! - la interrumpí -. Espérenme, llego en un momento.

Mi hermana solo me sonrió y salió de mi cuarto, momento que aproveché para escribirle de vuelta a Azusa: "Gracias".

No solo había galletas en el comedor. Ui también había traido papas fritas y bebidas de varios sabores. Mi hermana y Jun me estaban esperando sentadas junto a la mesita.

- Te traje las galletas que te gustan, Yui - mi hermana me conocía tan bien que sabe que no puedo resistirme a una galleta de chocolate con relleno cremoso.
- A-arigato, Ui - me senté junto a ellas y me lancé de inmediato a probar esas delicias de chocolate.
- Bien, ahora que estamos las tres, creo que es momento de comenzar - Jun estaba dispuesta a darle emoción a la velada que recién estaba comenzando.
- Este... ¿comenzar qué? - pregunté con una galleta en la boca.
- ¡El juego de la verdad!

Me paralicé. No quería siquiera imaginarme la pregunta que me harían. Jun tomó varios papelitos y los dejó dentro de un vaso. Lo agitó e hizo que Ui sacara una pregunta.

- "¿Alguna vez ocultaste una mala calificación?" - leyó Ui y luego respondió con vergüenza -. Pues... la verdad es que sí...
- Cuéntanos más - insistió Jun con impaciencia.
- Escondí un examen bajo mi colchón y...
- Y cuando nuestros padres revisaron, yo lo saqué y no alcanzaron a verlo - interrumpí completando la historia. Este juego comenzaba a gustarme.

Pasó un buen rato y quedaban solo dos papelitos en el vaso. Era mi turno.

- "¿Has bebido alcohol a escondidas?" - leí en voz alta y un tremendo alivio me envolvió -. ¡Vaya, esta es fácil!
- ¡Perfecto, entonces saca el otro papel!

Yo y mi bocota...

- "¿T-te gusta alguien?"

Me quedé congelada mirando el papel un buen rato. ¿De verdad me gustaba en quien estaba pensando? ¿Qué se supone que iba a responder?

- ¿Y bien?
- ¿Y-y... bien qué?
- La pregunta. ¿Quién te gusta? - Jun no me quitaba la mirada ansiosa por mi respuesta.
- P-pues... n-no, claro que no...
- Esa mirada tuya dice que mientes. Cuéntanos - cada vez estaba más impaciente.
- Este... no lo sé...
- Vamos, al menos tiene que haber alguien que te llame la atención ¿no?- insistió mi hermana sumádose al entusiasmo por mi respuesta.
- P-pues... sí... - susurré.
- Ya sé, déjame adivinar - Jun se inclinó hacia atrás con actitud triunfante -. Es de nuestra escuela y suele acompañarlas en los ensayos de la banda.

Me sobresalté y no pude ocultar mi sorpresa.

- Yui, no me contaste que alguien las iba a ver a los ensayos - ahora mi hermana era la de la sonrisa pícara.
- N-no es eso, e-es...
- Cuéntanos, y te prometo que no se lo contamos a nadie - Jun casi me suplicaba una respuesta -. ¿Es lindo?

Sí, claro, "lindo".

- ¿En qué clase va? - preguntó Ui.
- B-bueno... - me aventuré en responder algo - en la misma que ustedes...
- ¡¿Es nuestro compañero?! - dijo jun casi gritando de la impresión, mientras me lamentaba por haberla impacientado aún más.

Justo en ese momento sonó el timbre de la casa.

- Yo voy - dijo Ui poniéndose de pie.

No me imaginaba quién podía llamar a la puerta siendo ya las 11 de la noche, pero al menos me había librado del hostigamiento repentino de mi hermana.

- No tienes de qué temer - me decía Jun a solas guiñándome un ojo -. No le contaremos a nadie. Y no hay problema en que te guste alguien, es normal.

Claro que no había problema. El problema era, de hecho, la persona.

- Dime, ¿quién te gusta? - me susurró Jun.
- Yui-senpai...

Volteé bruscamente hacia quien me había nombrado y casi morí al ver quien era. En la puerta del comedor estaba Azusa mirándome fijamente, y a pesar de la hora y lo inesperado de su visita, estaba ahí, a cinco metros de mí. La respuesta que esperaba Jun había venido a mi casa, y ya no podía negarlo: algo muy fuerte estaba sintiendo por esa pequeña...

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