Capítulo 10: Decisión

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La pequeña había regresado. Nadie la llamó, nadie la esperó. Solo subió al escenario, conectó su guitarra y se puso frente al micrófono. Toda la escuela estaba paralizada, expectante por lo que pudiera pasar. Incluso logré ver al director ponerse de pie con una expresión de indignación, pero sin querer hacer nada para detener a Azusa. Tsumugi, Mio, Ritsu y yo tampoco hicimos nada. Toda la escuela quería que la pequeña de los ojos profundos, esa que me hizo soñar despierta, tuviera la primera palabra:

- Etto... disculpen la llegada tan imprevista - dijo al micrófono -. Yo sé que no merezco estar aquí después de lo que hice. Reconozco que estuvo mal, pero aún así he venido, no porque quiera que me levanten la suspensión, ya que sería injusto, sino porque quiero explicarles lo que pasó, y porque estuve con las chicas ensayando este show durante meses.

Con esa última frase no hizo más que aumentar la expectación que se respiraba en el auditorio.

- El viernes pasé la noche en casa de Yui - prosiguió y entré en pánico interno al ver que Azusa podía contar lo que hicimos en mi casa -. Al amanecer, mi papá me avisa por celular que mi mamá había amanecido con una gran inflamación en el cuello y que habían ido al hospital. Me fui muy temprano, y una vez allá mi papá me cuenta que mi mamá... - hizo una pausa antes de quebrarse por completo - Mi mamá tiene cáncer a la tiroides...

Fueron siete palabras que nos dejaron a la banda y a toda la escuela congelada. Tsumugi se cubrió la boca con las manos, mientras pude ver que Ui y Jun, en el público, también tenían una expresión de impacto. Parecía que Azusa ni a sus mejores amigas les había contado. Sabíamos que había cosas que la pequeña nos ocultaba, pero esto vino a confirmar que, definitivamente, no confía en ninguna de nosotras.

- Yo... - continuó con la voz quebradísima y los ojos húmedos - q-quería ayudar a mi mamá a pagar el tratamiento y la cirugía. Y-yo sé que estuvo mal lo que hice, p-pero quería cumplir una promesa: el sábado, mi papá y yo pasamos la noche en el hospital con mi mamá, y al amanecer les prometí que haría lo que fuera para reunir el dinero que necesitaban. Por eso el lunes, sin que nadie me viera, entré al salón de profesores, robé los exámenes y los copié para venderlos - hizo una breve pausa antes de terminar -. N-no he venido a que me levanten la suspensión. Sólo quería dejar claro lo que había pasado, porque por mi mamá... soy capaz... de todo...

El auditorio estaba en completo silencio. Sólo se escuchaba el llanto desconsolado de Azusa. Tsumugi se le acercó y la abrazó, mientras Ritsu salía de la batería, tomaba mi micrófono y se dirigía al público.

- Bueno... debo decir que nosotras estamos tan sorprendidas como ustedes. Y como líder de Houkago Tea Time, y en nombre de toda la banda, les pido a todos que, por favor, perdonen a Azusa. Lo que hizo estuvo mal, pero lo hizo por un buen motivo, y le quiero pedir, señor director - Ritsu lo miró y luego todas lo miramos -, que le levante la suspensión a Azusa Nakano.

El auditorio seguía en completo silencio, esta vez esperando la respuesta del director, quien se mantuvo inexpresivo y sólo atinó a agachar el rostro con los brazos cruzados. El llanto de Azusa de pronto comenzó a disminuir, se apartó de los brazos de Tsumugi y volvió a su micrófono.

- E-en fin - quiso concluir Azusa -. Q-quisiera cantarles una canción, solo yo y mi guitarra. S-si la banda me lo permite, claro...

Nuestra respuesta era evidente, así que nos apartamos de ella para darle un poco más de espacio en el escenario. La pequeña sonrió. Después de mucho tiempo, la ví sonreir. Y fui feliz.

- B-bueno... esta canción la compuse mientras acompañaba a mi mamá en el hospital toda esta semana. Ella fue la primera en escucharla, y ahora quiero compartirla con ustedes. Se llama "Arigato, okaa-san".

Houkago Heart Time, a けいおん!! K-ON!! FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora