Dallon se balanceó encima de Brendon pero este se movió más rápido y esquivo cualquier golpe.
Haberlo llamado marica no fue lo mejor después de todo.
–¿Qué mierda? –Brendon se volteó a verlo.
Dallon estaba ahora tirado en medio del jardín, jadeando y murmurando cosas.
Brendon se asustó tanto que se tiró a su lado, revisó su pulso y cómo pudo lo estabilizó hasta que su madre llego.
