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Brendon quería irse rápido, no le gustaba pasar tanto tiempo en el hospital y mucho menos que le sacaran sangre para estudios que siempre tenían el mismo maldito diagnóstico; nada.

Movía su pierna en un extraño son mientras evadía mirar hacia la afilada aguja. Sintió un pequeño pinchazo y cerró los ojos; dolía como la puta mierda y tan solo era un piquete.

Le limpiaron y pusieron una curita. Camino hasta la puerta y sin decir nada salió, dejando a su madre y al doctor ahí solos.

hospital; brallonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora