–Mamá, ¿podemos hablar?
–Claro Bren, ¿qué pasa?
–Tengo miedo mamá –la señora Urie lo miró desconcertada–, no quiero morir, no quiero dejarte, ni a papá, a Sarah, Ryan, mis amigos mamá, tengo miedo de morir, me aterra la idea de no estar aquí más. Cada día me siento peor porque no quiero morir, pero a la misma vez me gustaría dejar de sufrir y sentirme de esta manera.
La señora Urie no dijo nada, solo abrazo a su pequeño hijo.
