–Respira hondo, Dallon. ¿Cómo te sientes?
–Normal, como siempre.
Breezy observaba desde la puerta del consultorio.
–¿Sientes dolor en alguna parte del pecho?
–No.
–Intenta estirarte por favor...
Dallon lo hizo.
–No siento... Oh mierda, mierda. –Breezy corrió a sostenerlo cuando Dallon se arqueo.
