Luna

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- Sera divertido, ___ - me susurro Angie tratando de animarme.
- No voy a escaparme - le dije susurrando como si estuviera hablando de un gran pecado.

Angie no dejaba de caminar a mi alrededor tratando de convencerme.

- Para ti puede ser muy normal pero ya sabes como son mis padres - alise mi vestido.
- Solo serán un par de horas - hizo un puchero.

A veces envidiaba lo aventurera y de espíritu libre que era mi amiga. Por mas que yo quisiera ser como ella jamas lo lograría.
Mi familia era muy conservadora y económicamente bien acomodada, yo no podía andar por ahí dando saltos y comportándome como una loca. Por su lado, Angie era de padres muy liberales, tenían ideas muy locas y mis padres los odiaban.

- ___ - me miro con seriedad - Es un baile de despedida para los soldados, sera muy seguro. - nos detuvimos a unos pasos de mi chófer.

Me detuve un momento a pensar, ¿Estaba cansada de ser una dama siempre? Si, lo estaba, ¿Quería ir a ese baile? Por supuesto que quería.

- Pasa por mi a las siete - susurre haciendo a la pelirroja sonreír.

Le di una ultima mirada y me aleje. Mis manos sudaban por nervios. Virgen santísima, ¿Que acababa de hacer?

- Madre - toque la puerta de la biblioteca.
- Adelante - La suave voz de mi madre respondió desde adentro.

Ya no había vuelta atrás, con Angie no existía forma de arrepentirse.

- ¿Que sucede? - se quito las gafas de lectura para mirarme.
- Angie me a invitado a un baile. - Solté sin mas. Baje la mirada al suelo
- Sabes lo que tu padre y yo opinamos de los bailes a los que asiste Angélica. - volvió a colocarse las gafas
- Angie - la corregí en voz baja

La única forma de escaparme sin ser descubierta era ser castigada y eso con mis padres era pan comido.
Analice la habitación buscando un objetivo. Espero pueda perdonarme abuela.

- Ustedes viven en el siglo pasado - levante un poco la voz y con la mano empuje el jarrón de la abuela.

Mi madre al escuchar el cristal hacerse pedazos levanto la cabeza lentamente y sus ojos se sintieron como puñales.

- A tu habitación sin cenar. - no dijo mas y siguió en su libro.

Sonreí internamente y salí a paso apresurado de ahí.
Me mire frente al espejo ya lista para el baile, no podía creer que iba a escaparme. Sentí unas enormes ganas de vomitar de solo imaginar que me descubrieran.

- Tic toc - dijo Angie en mi ventana - Me encanta que tu habitación este en el primer piso - sonrió

El sudor frio me invadió cuando con ayuda de mi mejor amiga salte de la ventana de mi habitación.
La gran sonrisa de Angie se cambio por una mueca de disgusto.

- ¿Vas a la iglesia? - dijo burlona.

Le eche un vistazo a mi atuendo y luego al suyo. ¿Porque Angie iba vestida como una ramera?
Yo había elegido un bonito vestido azul marino con estampado de margaritas que me llegaba un poco mas abajo de la rodilla y mis guantes blancos a juego.

- Vamos a un baile - robo uno de mis guantes y lo lanzo lejos - No a una de las cenas aburridas de tu padre - retiro el otro guante.

Quise protestar pero las palabras se atascaron en mi garganta al sentir a Angie desabotonar botones de mi vestido.

- Mucho mejor - Tomo mi mano y nos echamos a correr.

Tras unos minutos de caminar por las frías y oscuras calles de la ciudad llegamos a nuestro destino.
Mi liberal amiga toco un par de veces una puerta de madera hasta que un chico alto de corte militar abrió la puerta y con el un fuerte aroma a cerveza llego a mi nariz. Angie lo saludo y entramos.
Era un salón lleno de hombres jóvenes con trajes color verde militar, mujeres que lucían como Angie y todos estaban bebiendo. A que lugar me fui a meter.
El sonar de los tarros de cerveza chocar entre si me hacia estremecer.

Imaginas De Harry Styles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora