Imaginas De Harry Styles

Oficial

Maldito sea el día en que me asignaron el caso Styles.
No comía, no dormía y no salia por estar trabajando.
Tenia meses encontrando pistas y cuando llegaba a el, ese tipo lograba escapar como el profesional que era.

- Mackenzie - Me llamo mi jefe desde la puerta.

Levante la vista de montaña de papeles para poder observar a Jonh, mi jefe.

- Ya es tarde y deberías irte a casa - Lucia menos formal que durante las primeras horas de la mañana.
- No, yo creo que me quedare una hora mas - le dedique una sonrisa cansada.
- ___ - Una de las secretarias se asomo por la puerta. - Acaban de dejar un paquete a la entrada. - Se veía pálida.

Me puse de pie de un salto, esas palabras nunca significaban algo bueno. La ultima vez que sucedió, dejaron un dedo humano.

- Mackenzie, deja que los demás se encarguen - Dijo Jonh a mis espaldas
- Se que es para mi - Le di una ultima mirada y entre al elevador.

Me refleje en las puertas brillantes del elevador. Woh, me veía vieja.
Mi cargo era bastante para alguien tan joven como yo. Tenia el segundo puesto mas importante de la ciudad, solo después de Jonh.
Me caracterizaba por ser entregada en mi trabajo pero esto sin duda estaba matándome.
Salí del elevador a toda prisa y corrí tanto como mis tacones me lo permitieron.
El fresco aire de la ciudad golpeo mi cara al salir, mire a todos lados buscando algún rastro, algo que me dijera quien lo había mandado.
Tome la caja de cartón y la abrí. Solo había una hoja de papel y una flor amarilla.
La nota decía "Buen intento, ___ Mackenzie. Styles."

Era el maldito bastardo de Harry Styles el que enviaba la nota.
Nadie sabia quien era, que edad tenia, era como un fantasma. El fantasma mas buscado por narcomenudeo de la ciudad.

- Disfrútalo, porque estoy mas cerca de lo que crees. - Arrugue la hoja en mi mano y regrese a mi oficina.

Dos días habían pasado desde la nota que Styles había dejado. Tenia un rastro, Harry iba a verse con algunos de sus empleados esta noche en un almacén. Y yo estaría ahí.

había llegado la hora, eran las 12 AM y mi equipo y yo nos encontrábamos a unas calles del almacén. Era el momento, hoy todo el imperio de drogas que Styles construyo caerá.

- Equipo, esta noche es crucial para todos nosotros - Les dije a mis acompañantes. - Es hora - Nos preparamos en nuestros asientos, listos para lo que hubiera que enfrentar dentro del almacén.

Uno de mis compañeros abrió la gran puerta, todos preparamos nuestras armas, apuntando hacia adentro. No había nada.

- Maldición - Golpee la ventana con mi puño - Styles escapo de nuevo - Guarde mi arma en su funda y me hundí en mi asiento.

Al día siguiente mi jefe me había llamado la atención, tenia meses siguiendo pistas que no me llevaban a ningún lado y el estaba mas que harto de eso.

- Oficial, Al parecer se le a visto a Styles en el centro de la ciudad - sonó el radio de mi auto.
- Esta vez no se nos puede escapar - Lo encendí y arranque a toda velocidad. - Ya se acabo tu juego. - mis nudillos estaban blancos por la fuerza que ejercía al volante.

Esta seria la ultima vez que seguiría una pista sin saber si funcionaria o no.
En menos de tres minutos detrás de mi ya se encontraba mi equipo completo y algunos oficiales mas.
Al parecer Styles conducía una camioneta totalmente oscura.

- Se esta acercando a ti, Mackenzie - Hablo un oficial por la radio.

En ese momento una camioneta de color negro paso a mi lado a máxima velocidad. Te tengo Styles.
Pise el acelerador y salí disparada detrás de el. Estábamos en una ciudad grande y era medio día, había mucho trafico y eso le dificultaba la huida a mi objetivo.
Lo seguimos durante calles enteras, las personas nos veían con miedo al pasar, parecía que jamas íbamos a poder detenerlo pero un semáforo en rojo y una docena de autos le cerro completamente el paso a Styles.
Baje a toda prisa de mi auto, con una mano en mi arma me acerque a la ventana.

- Se acabo Harry Styles. - Golpee el cristal con la mano.

Todo el mundo guardo silencio, ya ni siquiera las sirenas se escuchaban, solo eramos yo y el.
La ventana del auto comenzó a bajar lentamente y me rebelo a un joven de no mas de 25 años con unos lentes oscuros y una sonrisa llena de coquetería. Demonios era atractivo. La mano que sostenía mi arma tembló.

- Vaya, vaya - Su voz era lenta y suave. - Al fin tengo el gusto de conocerla Oficial. - con un movimiento elegante se retiro las gafas. - A estado muchas veces por atraparme - Me examino con sus ojos verdes.
- Sal del auto ahora - Dije firme.

Harry soltó una risa falsa y me miro como si estuviera loca.

- Antes de darme ordenes, dulzura. - Se acomodo el saco del traje. - Quiero que mires a tu alrededor y me digas que vez. - paso la lengua por sus rosados labios.

Despegue mi vista de sus labios y analice el lugar. Estábamos frente al centro comercial, había al menos cincuenta personas al rededor mirando con curiosidad. había niños, jóvenes y adultos.

- Si me resisto dispararan - Siguió hablando. - Y yo haré lo mismo - de su saco extrajo un arma idéntica a la mía. - ¿Piensas arriesgar a los ciudadanos? - levanto una ceja.

Harry tenia todo en su poder y yo simplemente no podía dejar de pensar en sus labios.

- ¿Que es lo que harás? La decisión es tuya. - Me sonrió, yo solo di un paso atrás. No podía arriesgar a todas estas personas. - Que lista eres - Guardo de nuevo su arma - Fue divertido, nos vemos luego, Mackenzie. - sus llantas rechinaron y se alejo a toda velocidad.

había estado muy cerca, sabia que no seria la ultima vez. Nos volveríamos a encontrar y seremos solo el y yo.