Amigos con derechos

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Era muy tarde ya, había ido a la fiesta de Kevin, un chico con el que estaba saliendo pero todo se arruino cuando Harry apareció y me hizo una escena de celos.
Nadie había querido llevarme a casa y no tenia dinero así que me encontraba caminando a las 3:00 am sola por la calle.

- ¿Porque no me llamaste? - Me tomo de la muñeca y me hizo girar a verlo.
- Porque estoy molesta contigo, Harry. - Trate de liberar mi brazo.
- ¿Por eso te arriesgas tanto? - Sus ojos ardían en furia.

Conocía a Harry desde secundaria, habíamos sido mejores amigos desde entonces pero hace apenas un par de meses decidimos que al estar los dos solteros podíamos ser algo mas.
Solo teníamos dos reglas.
~Nada de demostraciones en publico.
~ Si te enamoras se acaba.

Hasta ahora lo llevábamos muy bien pero Harry había arruinado mis ultimas citas y me tenia harta.

- ¿Porque te besabas con el? - Me acorralo contra la pared.
- ¿Te importa? - Trate de ser indiferente a su cercanía.
- Si y mucho - Su aliento fue subiendo por mi cuello hasta mi oreja. - Tu eres solo mía - Sus cálidos labios comenzaron a dejar húmedos besos en mi cuello.
- Harry, aquí no. - Mi respiración comenzaba a fallar por sus besos. -Estoy molesta contigo - Suspire cuando mordió el punto débil debajo de mi oreja.
- Entonces detenme - dijo con la voz mas gruesa que lo normal.

Cerre los ojos dejándome llevar pero todos los recuerdos de mis citas arruinadas y todos esos chicos lindos que ya no me hablarían jamas atacaron mi mente como un grupo de abejas furiosas.
Gobernada por el enojo acomode mi pierna entre las de Harry y con fuerza golpee su entrepierna.
El solo soltó un chillido agudo y se hizo bolita en el suelo.

- Nada de demostraciones en publico. - le dije mirándolo desde arriba.

Esa noche dormí tranquila pensando en que Harry ya no volvería a sabotear mis citas. No tenia idea de que le pasaba, el nunca había sido tan sobre protector conmigo.

- ¿Que esta pasando entre ustedes dos? - Pregunto mi mejor amiga Sandy.
- No lose. - Bebí de mi jugo. - No me ha dirigido la palabra. - Harry no me había llamado en todo el fin de semana y en la escuela me evitaba. Seguro esa patada le seguía doliendo.
- Me dijeron que lo vieron besar a Daisy. - Susurro mi amiga con cautela.

Cerre los puños y la botella de mi jugo crujió, como se atrevía ese idiota a meterse con mi enemiga.
Durante años Harry presencio las constantes peleas entre Daisy y yo, la odiaba junto a mi y ahora mete su lengua en su asquerosa boca.

- Relájate, es solo un rumor. - sandy me acaricio la espalda tratando de relajarme.
- Tiene que ser una broma. - Dije viendo a la puerta.

Harry y Daisy entraban de la mano a la cafetería, esa zorra sonreía en mi dirección y Harry ni siquiera me miraba.

- Los mato, los mato. - termine de beber mi jugo y lo tire con fuerza al bote de basura.

Espere con paciencia a que el timbre diera el aviso de que teníamos que volver a las aulas y cuando la feliz pareja salio al pasillo los seguí.

- ¿Hola? - Llame a Harry a sus espaldas.

Solo siguió caminando.

- ¿Tierra llamando a Harry? - Me acerque a ellos.
- ¿Vienes a rogarle que vuelva a ser tu amigo? - Fue Daisy quien me dio la cara.
- ¿Acaso te llamas Harry? - cruce mis brazos sobre mi pecho.

Harry seguía dándome la espalda como todo un cobarde dejando que su perra faldera me respondiera.

- Regresa por donde viniste, ___ - Daisy copio mi postura. - Harry, al fin se dio cuenta que tu no vales la pena. - Hizo un pequeño puchero.

Todo el enojo que había acumulado durante años hacia la chica frente a mi había estado guardado bajo mil llaves pero la traición de mi mejor amigo fue lo que necesitaba para salir a la luz. Y fue entonces como me atreví y le di un puñetazo justo en la nariz.

- Eres una perra. - me lance sobre ella pero Harry me aparto golpeándome contra los casilleros.
- Eres una demente. - Chillo cubriéndose la nariz
- Daisy, vete. - Dijo Harry al fin. - Déjanos hablar a solas. - me miro a los ojos mientras lo decía.
- Pero...- Harry la interrumpió con un gruñido. - Te veo en clase, Hazza. - beso su mejilla mientras me miraba retadora.
- Suéltame - Patalee. - Te voy a romper esa nariz de plástico - Grite furiosa, solo yo le podía decir Hazza.
- Tu no vas a romper nada - Harry me tenia acorralada. - ¿Que demonios te pasa? - Tenia una vena del cuello saltada por el enojo.
- Eres un traidor. - Mi voz tembló mientras lo golpeaba con todas mis fuerzas. - ¿Como pudiste meterte con ella? - Rugí tratando de quitármelo de encima.

Harry solo se quedo ahí recibiendo mis golpes, no dijo ni una sola palabra.

- ¿Terminaste? - Dio un paso atrás.
- Si. - Dije como niña siendo regañada.

Mi pecho aun subía y bajaba agitado mientras nos mirábamos a los ojos. Las cálidas manos de Harry se colocaron en mis mejillas y acortaron la distancia entre nuestros labios. Sus labios se movían de forma brusca sobre los míos, ambos estábamos molestos y estábamos liberándolo todo en este beso. Aun siendo un beso rudo, sentir los suaves labios de mi amigo me hacia sentir un aleteo en el estomago.

- Idiota, idiota mil veces. - Murmure a centímetros de sus labios. - ¿Como te atreves a besarme luego de besar a Daisy? - lo abrace por el cuello.

No respondió, solo volvió a besarme pero esta vez fue lento, acaricio mis labios con los suyos así como el sabia hacerlo.

- ¿Porque no me hablas? - Esta vez me aleje para evitar distracciones.
- Porque estoy harto. - Susurro inseguro.
- ¿De que? - Acaricie su mejilla con mi pulgar.
- De no poder hacer nada cuando los chicos te miran en la calle. - levanto la vista del suelo. - De que tengas citas con alguien que no sea yo. - su voz era un susurro.
- ¿De que hablas? - mi corazón latía a mil por hora, sera que Harry se había enamorado de mi.
- Déjame terminar. - Suspiro. - Estoy harto de ser tu amigo con derecho y no tu novio. - Me miro cauteloso. - Se que las reglas eran no involucrar sentimientos pero ya no puedo mas, ___ - Harry no paraba de hablar, yo ya no escuchaba nada de lo que decía.

Escuchaba mi corazón latir, nunca pensé que Harry fuera a sentir algo por mi y tampoco imagine que yo le correspondería. Ese chico de los chistes malos me enamoro y yo no lo sabia. O al menos no lo había aceptado. Todas mis citas habían sido con la finalidad de olvidarle y de eso me daba cuenta hasta ahora.

- Harry, cierra la boca - Le sonreí. - Quizás podamos hacer un ajuste a las reglas, ¿Que dices? - Nos sonreímos mutuamente y cerramos el trato con un beso.

Imaginas De Harry Styles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora