Remember

CAPÍTULO 18: Fuegos artificiales (Parte I)

Diana

Me despierto y en lo primero que me fijo es en Alicia, sigue durmiendo. Miro el reloj y son casi las nueve y media de la mañana, tengo hambre. Sin hacer mucho ruido, salgo de la habitación y voy hacia la cafetería. Justo al lado, en la sala de espera reconozco a Daniel entre la gente, el pobre está dormido, ha debido de pasar la noche aquí. No pretendo despertarle así que paso de largo y me siento en una de las mesas de la cafetería.

Por lo que veo el servicio es eficaz, ya que no tardan nada en traerme mi café con leche y mi tostada con mantequilla y sal. Yo al igual que el servicio soy eficaz comiéndome las tostadas, ¡Qué buenas estaban, tal y como a mí me gustan! Como aun me queda un poco de café, decido tomármelo con calma mientras ojeo el periódico que hay encima de mi mesa desde que he llegado. No hay nada del otro mundo, siempre con lo mismo, temas políticos, tragedias, pobreza... Cierro el periódico con mala gana y lo lanzo hacia la mesa indignada, dejando caer una revista que había dentro del mismo. Por curiosidad la cojo y leo algunas de las primeras páginas, todo es sobre el pueblo en el que estamos, debe de ser una revista única de aquí. En una de las páginas pone algo relacionado con las fiestas anuales y da la casualidad de que son esta semana, hoy es viernes y según la zona de actividades, hay fuegos artificiales por la noche y algún que otro concierto. La idea de poder salir un rato y relajarme de todo este follón me encanta pero no puedo dejar a Alicia sola aquí en el hospital, además de que no le darán el alta tan pronto con el golpe que se dio.

- ¿Estás pensando en ir esta noche a ver los fuegos? - Dice Hugo apareciendo de repente al lado de la mesa con un café en la mano.

- Buenos días a ti también - El hace un gesto asintiendo con la cabeza dándome a entender de que también me los da - No puedo pensar en eso, ya que eso significaría dejar a Alicia sola aquí y no me apetece.

- Yo pensaba ir, aunque fuese un ratito, podrías venirte.

- Te acabo de decir que... Bua déjalo, paso de perder el tiempo con gente que no se preocupa por nadie.

- Claro que me preocupo, te propongo esto porque creo que necesitas salir un poco a que te dé el aire y no pienses tanto en lo de tu abuelo, además hoy le van a dar el alta a Alicia.

- ¿Cómo sabes que se lo dan hoy?

- He hablado con mi hermana, la herida que tiene en la cabeza no le ha causado ningún problema interno así que no será necesario que este en el hospital todo el día para podérsela curar. Además me ha dicho que si hubiese algún problema, con que la llamemos, ella nos atendería inmediatamente.

- No veo lógico que le den el alta tan pronto, en cuanto me acabe el café voy a hablar con tu hermana... digo con la Doctora Belén.

- Pero si te va a decir lo mismo que te acabo de decir yo.

- Pues que me lo diga, lo siento si te ofende pero prefiero oírlo directamente de un especialista.

- Muy bien, como tu desees.. ¡Belén! - Grita para llamarla -

- ¿Pero qué haces idiota? No ves que estamos en un sitio público, no puedes chillar de par en par por muy hermana tuya que sea, además quiero hablar con ella en privado, no contigo presente.

- Tarde.

- ¿Tu eres tonto o que te pasa? - Le dice Belén en voz baja mientras le da una colleja a su hermano en la cabeza. Por fin alguien que me entiende y puede actuar al respeto - No me vuelvas a chillar así en mi zona de trabajo, ni que fuese tu chacha y por si no te has dado cuenta hay más gente por aquí así que ten un poco de respeto.

- Joder, os deberíais hacer íntimas, sois tal para cual.

Ambas nos reímos ante el comentario.