Remember

CAPÍTULO 10: Cálido y acogedor.

Alicia

Bajamos las escaleras y recorremos el pasillo por el que habíamos andado antes. Cuándo pasamos por la sala de baile, dónde me había cortado el brazo, pienso en que una vez que estemos en la habitación del hostal solas, le iba a proponer a Diana hablar sobre lo que paso el año pasado.

Llegamos a la puerta principal, la cual Daniel abre sin problema. Diana y yo nos miramos perplejas al ver que podíamos salir del hospital sin problema y que nadie nos ponía impedimento alguno. Vamos andando hacia el coche, dejando atrás el hospital, eso nos causa un alivio tremendo a nosotras, ya que no lo habíamos pasado demasiado bien allí dentro.

- Ve abriendo.. - le dice Hugo a Diana, la cual noto que está algo distraída pensando en sus cosas, como hace la mayoría del tiempo y por eso, le doy un codazo para que preste atención a lo que le estan diciendo.

- ¿Qué...? Ah sí sí, ahora voy.

Diana abre el coche con las llaves, lo único qué habíamos cogido con nosotras al salir del mismo cuando hemos llegado. Yo me pongo en el asiento de copiloto mientras que Daniel y Hugo van a sentarse en la parte de atrás, dónde están las bolsas llenas de comida y bebidas. Miro a Diana con cara avergonzada cuando me doy cuenta de ese último detalle.

- Van a pensar que somos unas gordas... - le digo a Diana, la cual no para de reír ante la situación - No te rías y ayúdame, no quiero que sepan todo lo que podemos llegar a comer todavía... - Digo intentando coger las bolsas lo más rápido que puedo, pero, por lo que parece ya es demasiado tarde.

Hugo y Daniel han escuchado ese último comentario y junto a Diana se ríen ante mi desesperación. Veo que Daniel coge las bolsas antes de sentarse, aún riéndose y me pregunta.

- ¿Las quieres?

- No no - le respondo avergonzada - Si yo sólo las iba coger para que estuvierais más cómodos ahí atrás, nada más...

- Iba a ser por eso.. si... - dice Diana riéndose -

- No me estas ayudando nada tía... - le digo cruzándome de brazos -

- Cuando lleguemos cenamos, te lo prometo - ríe Diana -

- No pienso darte nada, que lo sepas.
- le digo -

- ¡Así se habla! - Me dice Hugo mientras ríe -

- Vosotros a callar, ahora si estáis incómodos os aguantáis. - les digo -

- ¡Si, señora! - Me dicen los dos a la vez y yo les respondo asintiendo mientras me río -

- Hombre, podríamos meter las bolsas en el maletero... - sugiere Diana -

- De eso nada, que luego se nos olvidan allí y yo quiero cenar. - le respondo -

- Como veía de lejos esa respuesta...
- Enciende el motor del coche y pone rumbo hacia el pueblo -

No tardamos nada en llegar al hostal ya que los chicos han ido guiando a Diana con exactitud. Todos queríamos llegar cuanto antes debido al cansancio y el hambre común. El hostal en cuestión estaba un poco apartado del pueblo ya que las zonas rodeadas de naturaleza son más atractivas y a la gente le gustan mucho, sobre todo a mí.

- Ya estamos chicas, puedes aparcar aquí.
- Dice Hugo para ahorrarnos tiempo -

Diana aparca el coche y bajamos. Daniel y Hugo cogen las bolsas de comida, nos indican que justo a nuestra derecha está el hostal y cuando lo veo me enamoró de lo bonito que es. Es una casa de campo, ni muy grande ni muy pequeña, de un tamaño mediano, pero preciosa, parece muy acogedora. Está decorada con plantas trepadoras que suben por las paredes que forman la fachada. Hay que subir dos escalones, en frente hay una puerta de un color madera antigua. De lo emocionada que estoy, decido ser la primera que pase por la puerta, pero me doy cuenta de que hay un timbre al lado de la puerta y lo toco con sumo cuidado. No quiero romper nada.

Esperamos fuera unos minutos y aparece una señora mayor, de unos setenta años más o menos, con pelo canoso pero muy bien peinada, con falda, una chaquetilla de color verde oscuro. Con una gran sonrisa de oreja a oreja nos abre desde dentro la puerta.

- Hola chicos... Y chicas... - Nos dice sonriente la señora -

- Hola abuela, ellas son Alicia y Diana, unas amigas que hemos hecho hoy, no tenían sitio dónde quedarse por la noche y les he propuesto venir aquí. ¿Les podrías dar una habitación?

- ¡Y dos si quieren! - Dice animada -

- Podemos compartir habitación, no tenemos problema, yo soy Diana por cierto.

- Ay que maleducada soy, me llamo Dolores. No os preocupéis, si queréis estar juntas tenemos una con dos camas individuales en la que os podéis alojar.

- Eso estaría genial, muchas gracias Dolores. Yo soy Alicia - le digo dándole un abrazo, suelo ser muy extrovertida y abierta con la gente asi que ese tipo de gestos me salen espontáneamente -

- Que chicas más alegres me habéis traído no como aquellas otras que ni hablaban, no me gustaban nada...

- Bueno.. Dolores, vamos a pasar dentro, que hay hambre ¿Verdad Alicia? - Dice Hugo burlándose y haciendo que Dolores no pudiera decir nada más -

- Ves Diana... ahora no paran con la bromita de las narices...

- No me extraña, defiendes más a la comida que a tu vida. - Me responde Diana mientras entramos dentro del hostal -

- Hala... Que exagerada...- No acabo la frase ya que me quedo embobada mirando el interior de la casa, cada vez me parece más bonita y eso que no he visto las habitaciones. Me encanta la decoración, todos los muebles de madera, perfectamente barnizados, los sillones y sofás que hay en la sala, digamos de descanso, son de color vino y con mantas para una época más de invierno. Cuando pensaba que no podía haber nada mejor, veo que hay unas escaleras de madera más clara, en forma de espiral que conducen a las habitaciones de los huéspedes. Me siento muy cómoda en este hostal.

- Eoo... Alicia.. Que te quedas embobada.... - Me dice Diana, haciéndome volver de mis preciosos pensamientos -

- Aiba sí, perdona ¿Qué me decías?

- Nada nada - me dice ella riendo - Vamos a registrarnos anda...

- Solo necesitaré saber cuanto tiempo os deseáis quedar, que vuestros nombres ya los sé - Nos dice amablemente Dolores -

- Pues.. Aún no sabemos exactamente cuánto tiempo nos alojaremos, ponga una noche de momento. - Dice Diana por las dos -

Menos mal que estamos en vacaciones, por qué si no, conociéndome, estaría más que estresada con el trabajo final de la universidad. Que por cierto, tengo un tema que podría ser realmente bueno pero no depende solo de mí, le tengo que consultar a Diana ya que también está relacionado con ella.