Capítulo 16: Desde el principio, por favor.

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Diana


- ¿Sí...? Sigue que me tienes en ascuas tía..

- ¡Ay chica! Como te gusta arruinarme siempre las sorpresas joe...

- Que sorpresa ni que sorpresa, cuéntamelo ya.

- Hm.. ¿Bueno me dejas hablar? - Dice Ali resoplando y rodando los ojos -

- Sí.. ¡Va! - Le insisto -

- ¿Sabes qué? Creo que necesito descansar, ya si eso mañana te lo cuento - Me dice riendo y girándose hacia el otro lado de la cama -

- Ah no, eso sí que no, me cuentas y luego descansas - Le digo subiéndome a la cama a su lado. Si le toco las narices seguro que me lo cuenta -

- ¡Quita de encima, que me aplastas!

- No, que se está muy bien. Esta cama es muy cómoda capulla, comparte con los demás.

- ¡Los demás no se han abierto la cabeza, ni se han desmayado porque una loca quería meterse en su cabeza!

- ¡No te salgas del tema! Cuéntame... Espera ¡¿Qué?!

- Bueno a ver.. Es que fue muy raro te lo digo en serio, no sé cómo explicártelo.

- Pues desde el principio Alicia.

- Esta bien.. Cuando Hugo y yo entramos en el hospital, vosotros aún seguías en el coche ¿no?

- Sí sí, nos quedamos cinco minutos más allí dentro ¿Por?

- Vale, es que así me pongo más en situación. Cuando nosotros entramos en el hospital, fuimos directos al primer piso donde Daniel nos había dicho de ir. Una vez estuvimos allí, oímos a alguien gritando al fondo del pasillo en una de las habitaciones, así que fuimos corriendo a ver quién era.

- Déjame adivinar, ¿Laura?

- Guau, que lista ¿no? ¿Cómo lo has adivinado tan rápido? - Me dice Ali sarcásticamente, riendo al mismo tiempo -

- Puf.. No tengo ni idea chica, la intuición - Le digo siguiéndole el royo, a lo que ella ríe -

- Bueno.. - Dice aun riendo - Pues cuando entramos en la habitación, que por cierto, menuda habitación... que daba un miedo que flipas, ahí todo oscuro y polvoriento... - Me dice mientras se queda empanada, posiblemente visualizándola de nuevo -

- ¡Eh! Vuelve - Le digo dándole un codazo para que vuelva en sí -

- Aiba, que me quedo empanada - Dice mientras mueve la cabeza de un lado a otro - Bueno pues allí estaba Laura, sentada en el suelo, hablando sola. A mí instintivamente, me salió el ir a preguntarle si estaba bien. En cuanto se percató de que le estaba hablando, se giró para mirar a Hugo, se levantó rápidamente, lo arrastro hacia la habitación que había enfrente de la que estábamos y lo encerró en ella.

- ¿Y tú qué hiciste? - Le pregunto nerviosa -

- Comerme unas palomitas, no te fastidia.. Pues intentar cerrar la puerta de la habitación en la que estaba para que no me hiciese daño.

- Bien, bien.

- No, bien, bien, no, porque la mujer al parecer tenia tal fuerza, que empujo la puerta y pudo entrar.

- ¡VES! Si es que deberíamos haberla dejado en la carretera donde la encontramos. Nunca me haces caso y pues mira como estas ahora... Tonta

- ¡Si la hubiésemos dejado en la carretera, ahora no sabrías que es tu abuela!

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