Mammón el avaro
Mammón es el arquetipo de la avaricia, la codicia y el materialismo, es el demonio que sonríe ante los abusos del capitalismo salvaje, el incremento de la brecha entre ricos y pobres y la servidumbre del alma humana a la sed desmedida por adquirir dinero, ya sea para hundirse en las aguas del hedonismo desmesurado o para rendir culto al vacío trabajando para fantasmas como el estatus o el poder económico. Mencionado por Jesucristo en el Sermón de la Montaña, Mammón es un demonio que no comparte su espacio con los deseos que Dios inspira en el hombre pues, como dijo El Maestro, "no podéis servir a Dios y a Mammón"
El demonio Mammón
La creencia en Mammón se profundiza durante la Edad Media, época en la que esta entidad recibe el título de "Príncipe de los Tentadores" y se convierte en el demonio de la avaricia, riqueza e injusticia. Es mencionado en repetidas instancias en los textos del obispo y erudito parisense Peter Lombard (1100 a1160), quien lo describe como el demonio de las riquezas. Mientras, los mitos y leyendas colocan a Mammón como el Embajador del Infierno que observa el mundo desde una cueva con riquezas inimaginables.
En el texto La Divina Comedia, su autor Dante Alighieri describe a Mammón durante su visita al inframundo como un demonio lobo, debido a que en la Edad Media los lobos eran asociados con la avaricia. Tal vez Santo Tomás de Aquino lo describió mejor en su metáfora como uno de los pecados capitales: la codicia. "Mammón sale del infierno ayudado por un lobo, para venir al mundo y corromper el corazón del hombre con la codicia", nos dice Aquino.
Mammón fue categorizado como uno de los tres príncipes del Infierno, únicos subordinados del mismo Lucifer. Esta clasificación fue hecha por la monja visionaria Santa Francesca de Roma (1384-1440), quien por su dedicación a Dios podía ver la maldad en las personas y también tenía visiones sobre los peligros que acechaban al hombre. Es en estas visiones que ella vio al infierno y su corte de nobles: el primero de ellos es Asmodeus, quien es el precursor del pecado carnal; le sigue Mammón, el demonio de la decepción y de la avaricia que gobierna el mundo por medio del dinero; luego está Belcebú, quien domina a través de los idolatras.
Otra perspectiva distinta es la del jesuita Peter Binsfeld, quien en 1589 publica su De confessionibus maleficorum et sagarum, libro en que introduce la idea de siete príncipes del infierno que se asocian con los siete pecados capitales. Allí Mammón es uno de esos príncipes y representa a la avaricia.
En el famoso Diccionario Infernal (publicado en 1863) de Collin Plancy, Mammon no es tan importante ya que es solo un demonio que pertenece al Cuerpo Diplomático y ocupa la función de embajador en Inglaterra.
Conclusiones
Todo lo anterior nos permite ver con claridad que Mammón es principalmente un demonio de carácter simbólico, una personificación de ciertas tendencias negativas del ser humano. La creencia en Mammón como un demonio real, al haber surgido en una época de superstición, ignorancia y fanatismo como era la Edad Media, puede inducirnos a creer que no es sino una ficción.
ESTÁS LEYENDO
DEMONOLOGIA
ParanormalEn este libro te enseñaren todo lo que tienes que saber sobre los demonios ,Tipos de demonios y como reconocerlos , Espero que los disfrutes :)