Juralo

60 3 4
                                    

----------------------------------------------------------------------------------Belén´s punto de vista---------------------------

¡Noooooooooooooo! ¿Porqué narices tiene que sonar el despertador? Si, ya era por la mañana e iría a la ruta con Marcel quien me vendría a buscar a casa. Llegó Marcel y salí de casa sin avisar a nadie, siempre hago lo mismo.

Llegamos al autobús y noté a Marcel un poco disgustado. No sabía como preguntarle qué le pasaba, nunca había tenido un amigo como él.

Belén: Emmmmmm... - No sabía como empezar -. Esto... ¿Te pasa algo Marcel?

Al final pude articular palabra.

Marcel: No estoy muy bien la verdad - agachó la cabeza -. Ayer le grité a mi madre porque mi padre y ella se llevan peleando toda la vida y siempre me salpican a mi las peleas, asique exploté y la grité.

Le abracé y él apolló su cabeza en mi hombro. Me sentía mal porque me preocupo por él.

Cuando bajamos del bus le estuve diciendo tonterias para que se riera un rato conmigo y lo conseguí varias veces. Al final acabó con una sonrisa en la cara.

Cuando salimos del insti llamé a mi madre para decirle que me iría con Marcel al parque. Nos fuimos y decidimos comprarnos unos helados. Era invierno pero se nos antojaban unos buenos y frios helados.

Me he dado cuenta de que Marcel y yo somos almas gemelas, él es mi yo chico y gay. Somos los mejores amigos que hayan podido pisar este planeta (estamos en la tierra por si acaso).

Marcel es un chico majísimo, el mejor amigo que una chica puediera desear. Le adoro.

En ese momento en el parque salió el tema de Edwar (no me pregunteis como).

Marcel: Belénpor favor, jurame que no se lo contarás a nadie.

Belén: Te lo juro. Pero tu tienes que jurar que tampoco lo diras.

Marcel: Vale juro que no se lo contaré a nadie - Tenia una sonrisa traviesa pintada en el rostro.

Belén: Marcelino porfavor no se lo cuentes a nadie.

Marcel: Vale, vale. No te preocupes. Por algo somos amigos ¿no?

Me extendió los brazos y me dio uno de los abrazos de oso de esos que da él.

Miradas de complicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora