Miradas de complicidad

Fiesssstaaaa

Chicas y chicos, antes de empezar a escribir quiero agradecer a todos mis seguidores, a los que leen y a los que comentan, que sigan que lean y que comenten, porque me hace mucha ilusión que a la gente le guste lo que escribo y, se que la mayoría no está leyendo esto, pero lo agradezco de todas formas, de verdad. Gracias.

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Estábamos en el autobús para volver a casa, Marcel se sentó al lado de la ventana y yo al lado del pasillo, fue la peor decisión que he hecho en toda mi vida (tenía que ir yo y sentarme al lado del maldito pasillo, del maldito autobús de las narices). Bueno, a lo iba, estaba yo sentada al lado del pasillo cuando una mano agarra la mía y me hace sentarme en el final del autobús donde hay cinco asientos. Solo estamos dos personas sentadas ahí detrás y para mi desgracia, ¡la mano que me agarró era la de Abraham! Me cago en todo lo cagable y más. ¿Porqué a mi? No es justo. Cuando Abraham me hace sentar, se levanta y va corriendo a buscar a Marcel. ¿Pero qué hace este loco ahora? Cuando llega con Marcel, lo hace sentarse a mi derecha y él se sienta a mi izquierda. Después de haber hecho tal locura, Marcel y yo le miramos interrogantes, como si tuviéramos el símbolo de la pregunta (?) pintado en la frente, ya que él se acababa de quedar cayado como si lo que acaba de hacer pasara todos los días. Cuando por fin se da cuenta de que le estamos mirando con caras un poco raras, el muy maldito va y nos mira con la misma cara, por lo que yo decido, como muy buena amiga suya que soy, patarlo a palabras hirientes.

Belén: ¡¿Porqué cojones nos pones esa cara?! ¡La pregunta es nuestra idiota mental! ¡¿Porqué mierda nos traes aquí y luego actuas como si fuera lo más normal del planeta?! ¡No es normal, a ver si te enteras so mamón!

Marcel puso una mano en mi hombro para calmarme porque Abraham me miraba con cara de terror, pero eso a mi no me importaba.

Antes de que Abraham pudiera contestarme entró Edwar en el autobús y se sentó al lado de Abraham, no sin antes saludarle con un choque de puños.

Edwar: Hey Abraham. ¿Ya les has preguntado si van a venir?

Marcel y yo le miraos con cara de no saber que demonios estaba pasando.

Abraham: No. Se lo iba a preguntar ahora tío, pero como has llegado no me has dejado tiempo para decírselo.

En ese momento Edwar se sentó entre Abraham y yo.

Edwar: Bueno, lo que os quería preguntar es que si queríais venir a mi fiesta.

A ver, a ver, a ver, a ver. Rebobinemos. Abraham nos lleva a los asientos de atrás como si nada y luego viene Edwar  y nos pregunta que si queremos ir a su fiesta. Bien.

¿¡PERO ESTAMOS LOCOS O QUÉ!? ¿¡QUÉ NARICES A PASADO CON LOS INSULTOS Y LOS ABUSOS Y TODO?! Definitivamente se han vuelto locos. Edwar me hace salir de mi trance.

Edwar: Solo si queréis...

Marcel: Por supuesto que sí, eso no hay ni que preguntarlo.

Edwar: Y tu Belén - me miro con cara de seductor - ¿Te vienes?

Belén: Eh... Si... Yo... ¡Por supuesto!

Malditos tartamudeos, no me van a dejar en paz nunca o que.

Edwar: Bien. Será genial.

En ese momento el autobús se paró y todos nos bajamos para irnos a nuestras casas.