Miradas de complicidad

Mis salvadoras

Ya estaba en la parada del autobús y lo malo era que hoy no estaría Marcel, asique volvería a estar sola en el autobús y en el instituto. Sola como siempre, menuda mierda. Entré y me senté en mi sitio. Abraham me cogió del bazo y me llevó a la parte de atrás, en los cinco asientos del fondo me tumbó y me agarró de las muñecas.

Abraham: Estaba deseando que Marcel faltara. - atacó mi cuello y empezó a besarme como si no hubiera un mañana. Esto me estaba dando asco.

Belén: ¡¿Qué haces mal parido?! ¡Suéltame!

Abraham: Chssss... Ya, caya preciosa que no quiero que nos oigan. Solos tú y yo nena.

Belén: Que no me llames así. Suelta ya.

Abraham: No - dijo mientras besaba mi cuello.

Belén: Suelta.

Abraham: No. - volvió a repetir pero esta vez con un aire más molesto en la voz.

Xx: Te ha dicho que la sueltes idiota. - Dijo una china con rasgos asiáticos. Parecía de China, y ya me estaba cayendo bien esta chica.

Edwar: Y él a dicho que no gilipollas. - Ala. El que me faltaba, y además va y deja que un idiota siga con lo suyo. ¿Pero es que todos nos hemos vuelto locos?

Xx: ¿Cómo me has llamado?

Edwar: Gilipollas. - Hizo una pausa y continuó hablando con la chica que momentos antes había insultado a Abraham - ¡Ah! Necesitas ir a Gaes a que te revisen esa audición porque la estas perdiendo.

Xx: ¡Te mato niñato de mierda! - en ese momento la chica se abalanzó sobre Edwar y sus amigas la tuvieron que sujetar.

Mientras tanto Abraham aprovechó la situación para seguir en el trabajo de mi cuello y una chica le propinó un buen manotazo en la cara, por lo que Abraham se tuvo que apartar de mi.

La chica que acababa de pegar a Abraham llevaba el pelo corto y castaño, la chica que lo llamó idiota tenía el pelo liso al igual que la anterior pero esta vez largo y negro.

Belén: Eres un idiota mal nacido Abraham.

Xx: ¡Ya Mei! - Vale la chica que llamó idiota a Abraham y e abalanzó sobre Edwar se llama Mei.

La chica que ha llamado la atención a su amiga Mei tenía el pelo mayormente liso y era rubia con reflejos naturales morenos.

Mei: Cállate Eva que lo voy a matar - Y la chica que le ha dicho que pare es Eva.

Había otras cinco chicas más con las tres que me ayudaron sujetando a Mei.

Conductor: Abajo todo el mundo dijo dirigiéndose a nosotros.

Edwar: Por tu culpa idiota.

Mei: ¡¿Por la mía?! Si has sido tú subnormal.

Edwar: Espera que la niñita se va a poner a llorar.

Mei: Yo no lloro pero en cuento te meta otro puñetazo va a existir un río nuevo porque el que va a llorar vas a ser tú.

Eva: ¿Alguien me ayuda a quitar a este pervertido de encima de esta chica? - dijo refiriéndose a mi.

Xx: Yo ya estaba ayudando.

Eva: Gracias Maca - Vale. La chica que le dio un manotazo a Abraham se llama Maca.

Maca sonrió.

Xx, Xx, Xx, Xx, Xx: Nosotras también ayudamos.

Abraham: Vale, vale. Ya me quito.

Belén: Por fin creí que moría. Gracias chicas.

Todas asintieron como muestra de agradecimiento por el reconocimiento de que ellas me salvaron.

Conductor: He dicho que os bajéis todos. - ese "todos" había sido pronunciado de más.

Nos bajamos de el autobús y las chicas que acababa de conocer se iban a venir conmigo, todas menos esa tal Mei que por lo visto tiene un genio...

Mei: ¡Tú! Gilipollas maricón de mierda. ¿Quién...? - Edwar la interrumpió. Y las palabrotas las dijo extremadamente rápido.

Edwar: Mira guapa, ya se que te molo pero deja de hablarme y de seguirme anda, que tengo que hablar con mi amigo.

Un manotazo voló hasta su cara y todas dijeron lo típico de 'uuuuuuu', porque el manotazo había sonado a roto.

Belén: Vuelves a tocarle o a decirle algo con grosería y te juro que te mato a golpes. - Vale, ¿de donde había salido tanta agresividad de repente? Yo no era así, pero me había gustado que por una vez en toda mi vida había podido defender a alguien de otro alguien más fuerte que yo.

Edwar tenía una mano puesta en su mejilla demostrando que le había dolido de verdad y Mei me puso un brazo por encima del hombro como muestra de aprobación ante el hecho de haberle pegado a ese sin vergüenza. Nos fuimos todas juntas y yo todavía con el brazo de Mei por encima de mis hombros, estas chicas me daban un buen presentimiento. Todas y cada una de ellas.