Capítulo 7

671 121 27
                                    


Los quince minutos que procedieron al quiebre de Zimmerman parecieron eternos, al menos para Frank. Con la frente reposada en el cristal observaba como sollozaba a ratos para luego beber algo de agua y seguir llorando, era una escena totalmente patética y creía fervientemente que un hombre que acababa de perder a su único hijo tenía el derecho de estar en su hogar, con su familia, pero el contexto era totalmente diferente porque su hijo era un maldito asesino.

— Señor Zimmerman —el detective Gaskarth repitió nuevamente, Frank sentía haber escuchado esa frase al menos una veintena de veces en los minutos pasados—. Yo sé que es complejo y que necesita estar con su familia, pero entre más rápido terminemos con esto menos será el tiempo que tendrá que estar aquí.

— Pero no sé nada —suspiró el hombre.

— Haga memoria —dijo el detective—, cualquier cosa que venga a su mente podría ayudarnos a resolver este caso. ¿Sabe usted el nombre de los amigos de su hijo?

— Sus amigos no serían capaces de cometer algo así —dijo Zimmerman—, pero...

— ¿Pero?

Frank lo vio frotar su cara y luego mirar hacia arriba, fueron unos segundos, pero supo que estaba por decir algo importante.

— Hay unos chicos —comenzó, Gaskarth giró la mirada hacia el cristal detrás del cual estaban ellos, Barakat juntó ambas manos frente a su rostro, como si estuviese rezando—. No son... eran, no eran amigos de mi hijo —suspiró—, pero... miren, yo sé que mi hijo no era un santo pero él no era así... conoció a estos chicos y comenzó a beber mucho, se drogaba... no era el mismo, mi hijo tenía un futuro antes de conocer a esos tipos y yo intenté ayudarlo, lo llevé conmigo a construir esa maldita cabaña en medio del bosque para intentar apartarlo de ellos, pero aun así...

— ¿Conoce usted el nombre de alguno de estas personas?

— Conozco a uno —dijo el señor Zimmerman—, Bruce... Benjamin Bruce.

El detective Gaskarth sonrió victorioso.

Tres cuarto de hora más tarde y con un café en su mano derecha, Frank volvía a aquella reducida habitación, acompañado ahora por el detective Gaskarth. El detective Barakat ocupaba su lugar en el escritorio de la sala de interrogatorios y un par de policías esperaban junto a la puerta. Unos minutos antes había escuchado que una patrulla ya iba en camino con Benjamin Bruce en ella, y realmente no podía creerlo, su estómago estaba exprimido en una mezcla de ansiedad y felicidad. Finalmente todo iba a terminar y Gerard descansaría en paz.

— Ahí viene —Gaskarth estaba a su lado, con una extraña sonrisa en el rostro y con su lápiz apuntaba hacia la puerta de la oficina. Efectivamente Benjamin Bruce acababa de entrar, flanqueado por dos policías y con esposas en las manos.

— Toma asiento —invitó el detective Barakat, aunque Frank estaba bastante seguro de que no tenía otra opción— Soy el detective Barakat, policía de New Jersey —dijo una vez él se sentó. — ¿Cómo te llamas?

— Ben Bruce —respondió mecánicamente—, Benjamin.

— Muy bien, Benjamin. ¿A qué te dedicas?

Frank miró al detective Gaskarth, pero este sólo le guiñó un ojo y giró la cabeza hacia el frente. Seguía sonriendo.

— No tengo un empleo fijo, trabajo por aquí y por allá...

the hunt ・ frerardWhere stories live. Discover now