(Alicia)
Sentía una terrible frialdad consumiendo el interior de mi cuerpo, primero poco a poco y luego de golpe, no importaba que estuviéramos en época de calor porque podía sentir como mi cuerpo quedaba congelado en un solo instante.
Era gigantesco y no le veía final pero el corazón se me aceleró cuando vi a dos hombres armados en las esquinas, volteé a ver a Eliza y ella estaba allí mirándome sin decir nada.
-Eres de ellos -dije intentando ocultar el terror que llevaba dentro.
-¿Qué? No, Alicia yo puedo explicarl.... - no dejé que terminara de hablar y comencé a correr.
-Más rápido más rápido -pensaba, mi respiración comenzaba a acelerarse.
-¡ALICIA ESPERA!-gritaba Eliza.
-¡HEY! -Escuché que gritaba uno de los hombres volteé mientras seguía corriendo y vi que me estaba apuntado con el rifle.
-Mierda -traté de correr más rápido.
-BAJA EL MALDITO RIFLE ABRAHAM -podía escuchar como gritaba Eliza detrás de mí, ella seguía corriendo y cada vez se acercaba más -ALICIA DETENTE POR FAVOR -seguía insistiendo.
Sentía que ya no podía correr más por lo asustada que me encontraba pero di un último esfuerzo, traté de escuchar si Eliza se encontraba cerca pero ya no se escuchaban sus pasos, me detuve mirando hacia atrás y no la veía ¿la había perdido? no no lo creo.
-Maldita seas Eliza - dije en mi interior.
Me escondí entre los árboles porque sabía que esa rubia no se iba a dar por vencida, sentía que la respiración se me hacía cada vez más pesada y más difícil de ocultar, ni siquiera podía mantener la respiración por la nariz y mi boca comenzaba a emitir los sonidos apresurados.
Escuché un ruido, alguien había pisado una rama y sin duda alguna estaba cerca de mí, el corazón parecía quererse salir de su lugar de procedencia. Miré a través de las ramas y la vi caminando despacio, ella miraba a todos lados.
Eliza miró hacia donde estaba y rápidamente me puse de cuclillas, esperé unos segundos y volví a mirar para ver si me había visto pero no, ella seguía caminando.
-Alicia eres muy tonta si piensas que quiero hacerte daño -escuché su voz claramente.
Su voz estaba tan tranquila y suave, ¿por qué confíe en ella? ¿por que pensé que iba a ayudarme?.
-Y cuando bajas la guardia ellos te apuñalan por la espalda -recordé cada una de mis palabras.
Escuchaba que sus pasos se acercaban y yo no podía contener más la respiración y la presión del momento pero tenía que hacerlo.
-Si hubiera querido lastimarte dime ¿por que ahora? Tuve miles de oportunidades ¿no crees? -comenzó a reír -pude haberte atropellado o darte un tiro a la cabeza no lo sé Alicia -
-Maldita perra -
Tenía dentro de mi un torbellino de emociones estaba enojada, desesperada, tenía miedo y estaba decepcionada pero no de Eliza si no de mí, la gente hace lo que cree conveniente para ellos aunque sus acciones sean las más terroríficas, eso lo sabía y es por lo mismo.. Porque lo sabía que aún no me creo que haya sido tan estúpida para confiar en ella... Estaba decepcionada de mi misma.
-O cuando dormías.... -
-¡DETENTE! -gritaba en mi interior.
El sonido de sus pasos se detuvo y cuando volteé ya no estaba en aquel lugar, miré como loca para todos lados pero no la veía, di unos pequeños pasos y sentí como unos brazos me rodeaban de la cintura para llevarme al suelo.
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Quédate junto a mí.
FanfictionAnte el desate de un virus que arrasa con la ciudad y posiblemente con el mundo entero, Eliza Griffin, una chica de tan sólo 19 años se enfrenta ante una situación que podría cambiar su vida entera, quedarse con los suyos o embarcar un viaje en busc...