(Alicia)
Abrí la llave del agua fría, dejé que el agua corriera unos segundos mientras me despojaba de la ropa sucia, la dejé tirada en el piso y alcé la mirada, me vi a través del espejo, allí estaba con el rostro manchado de tierra mojada, el cabello hecho un desastre, pero la sonrisa al cien por ciento.
Me metí a la ducha y sentí como el agua recorría cada parte de mi cuerpo desnudo relajándome centímetro por centímetro de la piel. Fue inevitable reír al recordar todo lo que había sucedido, había hecho algo bueno por toda esa gente y por Eliza.
-Eliza -la sonrisa se amplió en mi rostro al recordarla allí mirándome entre la multitud de una manera tan especial.
Me coloqué una toalla en la cabeza y otra alrededor de mi cuerpo, me dirigí a mi habitación y abrí el armario mirando cuidadosamente toda la ropa que había dentro, no sabía que elegir así que saqué lo que más me había llamado la atención y lo arrojé a la cama: vaqueros, camisas de cuadros, de manga larga, corta y sin mangas al igual que unos shorts. Me paré frente al espejo y me puse encima una infinidad de combinaciones pero al final me decidí por usar el short azul de mezclilla con la blusa roja sin mangas mientras que agarré una camisa de cuadros para sujetármela en la cintura, tal como lo hacía antes.
Miré el reloj: 10:15
Salí de la casa bajo la luz de la luna y comencé a caminar entre las casas de la comunidad, vi a un grupo de chicos y chicas caminar mientras reían a carcajadas algunos de ellos llevaban platillos en las manos y eso me hizo suponer que irían a la fiesta. Me quedé a una distancia de ellos mientras los seguía, los chicos llegaron a una casa y tocaron la puerta pero no se escuchaba ruido adentro, miré confundida y cuando estaba apunto de darme la vuelta y seguir caminado un chico me llamó.
-Oye es por aquí -dijo.
Me volteé y lo vi parado a un lado de la puerta, era alto y moreno, comencé a caminar y cuando lo tuve enfrente de mi me dí cuenta que era el chico que había organizado la fiesta.
-¡Hey tú eres la chica que hoy nos salvó el culo! -me sonrió y me hizo señal de que pasara -pasa pasa -dijo mientras esperaba que yo entrase y él cerrara la puerta -por cierto soy Andrey -me tendió la mano.
-Alicia -le dí un apretón de manos.
El sonido de la música se escuchaba muy lejos y cuando entré a aquella casa los chicos que habían entrado con anterioridad ya no se encontraban, me puse un tanto nerviosa y el chico lo notó y me miró.
-Ven, sígueme -comenzó a caminar.
Nos detuvimos frente a una puerta y cuando Andrey la abrió el ruido hizo acto de presencia, era una habitación subterránea demasiado amplia, cuando comencé a bajar los escalones el calor de la gente comenzaba a entrar por cada poro de mi piel, el lugar estaba repleto de personas bailando, habían luces de colores que hacían de la oscuridad lo más interesante, habían chicos que platicaban sujetando sus bebidas los cuales parecía que el alcohol lo traían bien fundido en la sangre porque estaban de lo más feliz del mundo.
La multitud me había tomado dentro de ella, caminé a través de todos esos chicos bailando de manera sensual y eufórica para llegar del otro lado del lugar, miré desconcertada hacia todos lados buscando a aquella rubia rebelde pero no encontré su presencia por ningún lugar.
-Y bien Alicia -dijo Andrey que me había seguido sin que yo me diese cuenta -¿desde cuando estás en la comunidad que no me había dado cuenta? -
Lo miré un poco sorprendida porque no me fijé que estaba parado enfrente de mi.
-Van para cuatro días -
-Lo sabía -hizo un gesto de victoria.
-¿Qué? -pregunté con curiosidad.
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Quédate junto a mí.
FanfictionAnte el desate de un virus que arrasa con la ciudad y posiblemente con el mundo entero, Eliza Griffin, una chica de tan sólo 19 años se enfrenta ante una situación que podría cambiar su vida entera, quedarse con los suyos o embarcar un viaje en busc...