Capítulo 12: Especial

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(Eliza)

Sentía la calidez de la puerta invadiendo mi espalda, dejé caer lentamente mi cuerpo al suelo y estiré las piernas para quedarme sentada, no se escuchaba ruido del otro lado por lo que me imaginé que Alicia estaba dormida, esperaba que estuviera dormida.

Me puse de pie y me dirigí a la salida del pequeño hospital, metí las manos en los bolsillos y comencé a bajar las escaleras cuando la escuché gritar.

-Hey Eliza Griffin -

alcé la vista -Hey -

Tara estaba a un lado de las escaleras, dio un brinco al soporte y se puso justo enfrente de mí.

-Eres una estúpida -me dio un golpe en el hombro y luego me abrazó -pensé que no te vería de nuevo -

-Auch! eso realmente me dolió -me quejé, saqué las manos de los bolsillos para rodear su cintura, dejé reposar mi cabeza entre la suya y su hombro para luego cerrar mis ojos -es bueno estar en casa T -

Tara era una de las personas más amables que hay dentro la comunidad, le estaba tan agradecida por haber salvado la vida de mi madre y la de Isa al igual por ser una de las primeras que me dieron un grato recibimiento cuando pisé la comunidad por primera vez. Era inteligente, audaz, amigable y muy bromista aunque aveces demostraba signos de debilidad a través de su timidez para mí ella era una de las más fuertes y de las mejores.

-Es bueno que hayas regresado, a la comunidad le faltaba unos ojos azules -rió.

-Dejen la bienvenida para después -dijo Abraham para separarnos del abrazo -me alegra que estés de regreso rubia -me tendió su mano.

-También me da gusto -

-Anda al despacho -se borró la sonrisa que llevaba en su rostro -quiere verte -

-Me lo imaginé -

Tara y Abraham se regalaron unas miradas, ellos al igual que yo sabíamos que lo que me esperaba no era nada bueno.

Me dirigí al edificio en donde se encontraba su despacho, obviamente no iba a esperar que ella me recibiese con los brazos abiertos no, pero muy al fondo sabía que yo había hecho lo correcto y esa sensación nadie me la iba a quitar, también sé la infinidad de problemas que me había puesto encima al llevarla a la comunidad pero en ése momento lo único que me importaba era que Alicia no corriese peligro alguno.

Abrí la puerta sin hacer el menor ruido posible, entré cautelosamente y la vi a un costado mirando hacia la ventana, se percató de mi presencia.

-¿Tú crees que esto se construye solo? -preguntó sin dejar de observar la vista -¿tú crees que esto lo puede lograr cualquiera? -

-No -contesté.

-Me alegra que lo sepas -se dio la vuelta colocando sus manos detrás de ella, se quedó observándome -y también me alegraría que dejes de ser una niña estúpida y comiences a madurar -

-Yo ten.... -

-No me interrumpas cuando te hablo -dijo enojada.

Bajé la cabeza y asentí.

-¿Tú crees que solo por ser una de las mejores usando armas, por ser audaz y fuerte vas a sobrevivir? ¿Crees que todas esas habilidades te van a sacar de apuros cuando tus planes de mierda se vengan abajo? si piensas que sí entonces no tienes ni puta idea Eliza. De nada te sirve ser de las más fuertes si no usas tu cerebro -comenzó a caminar por el despacho -cualquiera puede aprender a hacer todo eso, pero créeme -se acercó a mí -no todos tienen la habilidad de pensar correctamente -cruzó los brazos -ah! y con la cabeza no con los malditos sentimientos -

Quédate junto a mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora