Secretos

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          Ya era de noche en el cuartel y muchos agentes estaban en su descanso. Sólo los comandantes Nicholas y Lars seguían en sus puestos a la espera de recibir notificaciones de México.

− Algo me dice que la misión fue un fracaso. –Dijo Lars, el rubio de menor estatura.

− ¿Y a qué se debe ese pensamiento? –Preguntó Nick, el castaño más alto.

− Hace ya una semana que nos dijeron que lo habían encontrado, y desde entonces no han vuelto a contactarnos. –Habló Lars. – Eso sin duda me parece bastante tiempo.

− No hay de qué preocuparse. México no es un país tan grande como para que pueda perderse tan fácilmente.

Después, una mujer pelirroja entró a la habitación con una carpeta en mano. De manera violenta, la pelirroja puso los papeles sobre la mesa.

− ¡¿Me pueden decir que es esto?! –La mujer estaba realmente furiosa.

Tanto Nick como Lars observaron los papeles, luego de un rato ambos agentes mostraron muecas de confusión.

− ¿Qué es esto? –Lars fue quien preguntó.

− Con que no saben qué es esto, ¿eh? –Tal parecía que la mujer en cualquier momento explotaría. – Es nada más y nada menor que un reporte de la policía de Guadalajara, que encontraron a dos de nuestros agentes inconscientes a las afueras de la ciudad.

− A, ¿sí? –Preguntó Lars incrédulo.

− ¿Y saben qué es lo peor? –La mujer siguió hablando. – El lugar donde encontraron a ambos agentes tenía rasgos de haber sucedido una batalla; y no cualquier tipo de batalla, sino que había un montón de montículos enormes y agujeros en el suelo.

− ¿Lo que quiere decir? –Lars preguntó siguiendo el hilo. Nick se llevó la mano a la cara.

− ¡Ustedes dos, par de idiotas, mandaron a los agentes Frederick y Gustavo a detener al fugitivo! –Gritó con furia. − ¡Ellos no estaban capacitados! ¡Nosotros les dimos la misión a USTEDES! –Señaló a ambos hombres.

− Puede disculparnos general Wanda, pero no podíamos abandonar nuestros puestos; recuerde que los prisioneros en Plum están demasiado alterados; especialmente lo exóticos.

− ¿Y eso a qué se debe?

− No lo sabemos, pero debíamos vigilarlos de cerca, así que contactamos a los agentes Fred y Gustavo a detenerlo ya que eran nuestros mejores agentes en México... pero creo que cometimos un error.

− ¡Todo fue idea de Fred! –Dijo Lars en voz alta. – Yo no he hecho nada.

− Ustedes son dúo, así que es culpa de los dos. –Dijo la pelirroja.

− ¿Qué te dije? –Dijo Fred con fastidio.

− Escuchen los dos, −Habló la mujer más relajada pero firme. – Quiero que arreglen esto ahora, y no permitan que el fugitivo salga del país donde se encuentra. ¿Entendido?

− ¡Entendido, general!

La pelirroja no dijo nada más y se fue del lugar. Ambos agentes se quedaron pensativos un rato.

− Para mí que no los venció solo. –Habló Lars. – Creo que su ayudante de la frontera está con él.

− Sea lo que sea que haya pasado, esta vez no dejaremos que se escape.

− ¿Y bien? ¿Qué vamos a hacer? –Preguntó Lars.

− Según sé, ese tipo es parte de una gran organización, −Recordó Fred. – por lo que lo más obvio es que intente ir por ayuda; en un mes salió de Estados Unidos y entró a México; quizá intente llegar a su país de origen: Jamaica.

El Origen de la Existencia: La agencia secreta (#Camarote2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora