Refugio temporal

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En un hospital del centro de Guadalajara, Yoel se encontraba en rehabilitación por el disparo; ya había pasado una semana. Cada día a las siete, Rick en compañía de su padre o madre (dependiendo del día) iba a visitarlo. Aunque su madre se asustó un montón por la historia del asalto y su padre le metió tremenda regañiza por "meterse donde no le importa", ambos se empezaron a llevar bien con Yoel.

− Hola, Yoel. –Saludó Rick al entrar junto a su madre.

− Hey, Rick. –Yoel correspondió al saludo. − ¿Qué hay de nuevo?

− Hay alguien que quiere conocerte (otra vez).

Otras dos personas entraron a la habitación: eran Tony y su tía Federica.

− ¡¿Qué onda a todo el mundo?!

− ¡No grites en los hospitales, Tony! –Fede regañó a Tony. – ¿No vez que eso molesta a los enfermos?

− Bueno ya, perdón. –Dijo Tony algo molesto.

− Tony, te presento a "el tipo de verde" –Dijo Rick señalando a Yoel.

− Hola, Tony. –Yoel saludó al castaño.

Tony lo vio un segundo; era el mismo sujeto de aquella vez. – Vaya, vaya. Miren nada más quien tenía razón. –Habló de forma sarcástica, dirigiéndose a todos los ahí presentes.

− En nuestra defensa, debes admitir que esa historia se oía bastante disparatada. –Se defendió Mónica.

− Yo ni siquiera comenté nada al respecto. –También se defendió Fede.

− El punto es que tenía razón. –Tony se dirigió a hablar con Yoel. – Por cierto, Rick me dijo que te dispararon, −Tony de pronto mostró preocupación. − ¿Te sientes bien?

− No hay de qué preocuparse, Tony. –Yoel calmó un poco a Tony. – Dile gracias a Rick, ya que de no ser por él no la hubiera contado.

− Y por eso estoy MUY orgullosa de mi niño. –Mónica besó repetidas veces a su hijo en la mejilla.

− ¡Mamá! No hacen falta tantas muestras de afecto.

− ¿Cómo qué no? –Fede protestó. – Salvaste una vida, ¡eso merece una celebración!

− Sin duda, Rick. –Yoel estaba de acuerdo con la idea. – Tú "prácticamente" diste la vida por mí, y eso no debe pasar por alto.

− Tengo una idea, −Habló Fede. − ¿Por qué no hacemos una comida, no solo para Rick, sino para cuando Yoel se recupere?

− Hey, eso estaría bien. –Tony estaba de acuerdo.

− Muy bien, −Dijo Mónica. – Esperaremos a que te recuperes.

Yoel solo sonrió al ver como personas que apenas conocía se interesaban por él.

Pasaron un rato hablando, ha hora de visita terminó y Rick y compañía regresaron a sus casas. Como siempre, todos estuvieron hablando un rato afuera de la casa de Mónica.

− Oye, Ricky, −Tony llamó su atención. − ¿cómo fue que conociste a Yoel?

− Hice lo que me dijiste y pregunté por el tipo de verde, en una de esas me lo encontré caminando a lo lejos, y fue así como todo inició.

− Vaya, sí que fue increíble ver a Yoel por primera vez (y confirmar que tenía razón). –Tony se mostraba satisfecho. – Espera un momento... ¿acabas de decirme que lo encontraste caminando? –Rick borró la sonrisa de su cara. − ¿No habías dicho la otra vez que lo encontraste ya herido?

El Origen de la Existencia: La agencia secreta (#Camarote2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora