❗️HISTORIA DEL AÑO 2016 ❗️
¿Dónde quedo la amistad de años que teníamos? ¿La confianza? ¿La aceptación? ¿Dónde Namjoon?
Expresó mi dolor a través de pequeños párrafos que ese bello cuaderno de color inusual contiene, relató lo que es tener un cora...
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« Créditos: tellmeHaku. »
« Capítulo publicado desde el móvil, mi última disculpa sobre los errores ortográficos. » (en este fic, claro 😂)
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Tal vez, ver la relación de pareja que sus hyungs tenían entre ellos lo había motivado a conseguir pareja. A sus 18 años, nunca había tenido una relación sería, si bien, había ido a citas y una que otra chica había tratado de ligar con él, nunca le llamaron la atención las relaciones sentimentales. Bueno, hasta ahora.
Ese guapo castaño de sonrisa deslumbrante había logrado enamorarlo, esa sonrisa se había convertido en su luz de cada mañana y esos ojos que formaban dos medias lunas eran un perdición para su pulso.
Comenzaron con pequeños mensajes, socializando y conociéndose cada vez más. Fueron a varias citas, viendo si la relación valía la pena. Y en realidad, claro que lo valía. Seokmin era cariñoso, carismático y muy amoroso, un chico que en verdad valía la pena. Esas características habían logrado abrir el corazón de Jungkook.
Amaba sus mensajes cada mañana al despertar, sus audios deseándole una buena jornada, sus extensos mensajes cuando le deseaba buenas noches. Ese chico era su perdición, lograba hacer que su corazón se alterará con solo un simple mensaje de texto.
Pero, un pequeño miedo lo atormentaba. Su hyung había sufrido mucho cuando Namjoon hyung lo rechazó, era feo ver desde lejos los ojos llorosos de su mayor, tratando inútilmente de no llorar. ¿Y si Seokmin se cansaba de él? ¿Cómo es un corazón roto? ¿Él sufriría igual?
— ¿En que piensas?— preguntó el mayor tomando con delicadeza su mano, tendiéndole delicadamente una galleta de vainilla –que el mismo había preparado– esperando alguna señal de aceptación en su expresión. Él contrario sólo atino a sonrojarse, apretando el agarré de sus manos.
—Estoy feliz de que por fin podamos compartir tiempo juntos.— respondió con simpleza dedicándole una pequeña sonrisa.
—Renunciaste a una salida con tus amigos por una cita conmigo, eso lo apreció mucho.
Jungkook solo bajo la mirada, su corazón estaba por salirse de su pecho, sus mejillas estaban teñidas de un rosado palido. El agarré de sus manos era tan delicado que tenía miedo de dar un movimiento en falso y romper esa pequeña conexión. Observo desde su lugar en la gran cama del mayor, como los colores del atardecer resaltaban perfectamente desde la ventana. La vista era hermosa, casi tan brillante como las sonrisa que Seokmin le regalaba.
— ¿No te gustaron las galletas?— preguntó un poco decepcionado de sí mismo él castaño, observando como el pelinegro observaba algún punto perdido, sin darse cuenta que la galleta se le estaba resbalando de las manos.
— ¡Oh! N-no, están muy ricas, s-solo que no me di cuenta... ¿Lo arruiné, no?
Seokmin sólo soltó una pequeña carcajada, tomando la galleta del las manos de menor. Dejó un pequeño beso en su mejilla, caminando hasta el escritorio, dejándola en la pequeña bandeja.
Él menor solo bajo la mirada un poco avergonzado, se había humillado a si mismo y la cita ni iba por la mitad. Observo con detenimiento la expresión de su hyung, este seguía con su hermosa sonrisa, sin importar las tonterías que había hecho y vaya que eran muchas.
—Tranquilo, luego te llevaré por una hamburguesa a Mc Donald's. Ahora, cuéntame qué hiciste esta semana.
De acuerdo, tenía otra oportunidad para no cargarla. Juntaron una vez más sus manos, tratando de no romper la burbuja de felicidad que los envolvía.
—Salí con mis amigos, termine de rendir mis previas, trabajé en la tienda de mi madre, además, mi rata me mordió.– hizo un pequeño puchero mientras recordaba em momento en que su fiel mascota lo había traicionado.
—Me hubiera gustado ver eso.— volvió a reír Seokmin. Observando el ceño fruncido del menor. Dejó otro beso en su mejilla, sintiendo el derecho de besarlo.
La habitación de su mayor era normal, ni muy chica ni muy grande, las paredes estaban pintadas de un azul claro mientras que los muebles combinaban perfectamente con su color caoba. Ahora misma se encontraba sentado en forma de indio en su cama, jugando con el pequeño muñeco de Naruto, recibiendo dulces besos de parte del contrario.
Kook sonrió cuando esos labios tomaron posesión de su mejilla, vagando hasta sus labios. Tan cálido era el toque de estos, tan cálido como su sonrisas, como sus miradas, tan cálidos como los rayos del sol.
Porque así era Seokmin. Irradiaba un aura de calidez y confianza, cosa que le agradaba mucho. A su lado, no tenía miedo de ser el mismo ni mucho me comportarse como un estúpido a veces.
—Kook, me gustas.— se posicionó en frente del menor, dedicándole su más hermosa sonrisa, mientras acariciaba sus nudillos.
Jungkook río por lo bajo, saltando a los brazos del castaño.
—Igual me gustas hyung, mucho, mucho, mucho.— susurró sobre sus labios, antes de unirlos en un pequeño e inocente beso. Ese pequeño e inocente beso logró desatar un millón de mariposas en el estómago de ambos.
Tan cálidos, pensó al separarse. Y al abrir los ojos, esa hermosa mirada lo examinaba con ternura. Ahora se encontraba arriba del contrario acariciando sus cabellos, recibiendo esos dulces besos en su rostro, compartiendo frases cursis, disfrutando del suave tacto que sus manos le proporcionaban.
Analizado la situación. Lo demás se lo dejaría al tiempo. Ahora sólo se concentraría en disfrutar lo que el amor le ofrecía, se encargaría de ser feliz con la compañía de Seokmin. Con la compañía de su sol.
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Amo a estos dos. Mis dos nariz de tucán. ❤ (descontado a Zico y a I.M😂)
Ahora si puedo dar por terminado esté hermoso fanfic, gracias de verdad por leerme. Estoy tan feliz de que está historia haya progresado tanto. :')
No se que más comunicar, estoy muy feliz de verdad. Lxs adoro. ❤
