Capítulo 2

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2 semanas mas tarde....

DANIELA 

Son las ocho y media de la mañana.

¡MIERDA! Llego tarde.

Hace una semana encontré un trabajo, a unos 20 minutos de mi edificio hay un restaurante-bar en el que necesitaban una camarera, así que cogí el trabajo enseguida, ya que no me iba ha venir mal ganar dinero.

Cuando deje la empresa de fotografía en la que trabajaba Zed se sorprendió, me dijo que era una trabajadora ejemplar y le daba pena que me fuera, pero no había otra opción, necesitaba salir de esa ciudad así que tenía que dejar el trabajo; aunque tenía el suficiente dinero para venir a vivir a Barcelona y comprarme un buen piso ese dinero no durará mucho así que era mejor encontrar un trabajo nuevo.

Salgo corriendo de casa mientras termino de colocarme el uniforme. Me costo acostumbrarme a tener que llevar una camiseta tan escotada, pero el jefe es el que manda así que no se puede hacer nada. La camiseta es roja con un ancla en el lado derecho superior -ni idea de porque un ancla, creo que el jefe, Manuel, dijo que era porque le encantaban los barcos o algo así-  y la parte inferior era unos simples tejanos, azul oscuro, nada del otro mundo.

Llego casi sin aire en los pulmones al trabajo.

-Hola- digo intentando controlar mi respiración.

- Hola Dani, que tal la mañana?- Me dice Manuel.

- Bien. 

Me dirijo a una especie de cuartito para dejar mi bolso y me pongo a limpiar mesas.

Sobre las 11 de la mañana esto esta lleno, hay un montón de padres con sus hijos desayunando, y alguna que otra pareja.

Sobre las 12 recibo una llamada. Noah.

- Hola pequeña! - grita a través del teléfono.

- Hola.

- Ya hemos aterrizado. 

Sí, aterrizado, los chicos vienen a pasar un mes conmigo, me llamaron hace dos semanas, diciendo que les encantaría que nos juntáramos todos y que me echaban de menos, y a pesar de que solo hacia dos días que me había ido yo también les echaba mucho de menos.

- Tienes la dirección del edificio?

- Sí. 

- Vale, yo llegare sobre las 2 del mediodía, podéis hacer lo que queráis, cuando lleguéis pedirle las llaves al portero.

- Vale, nos vemos después.

Me paso las horas que me quedan, limpiando mesas, atendiendo y llevando de un lado a otro bebidas, comida y cuentas. 

A las 2 del mediodía me meto en el cuartito para cambiarme de ropa. Me pongo un pantalón corto y alto, junto a un body gris y me dirijo a mi apartamento con una sonrisa inmensa.

¡Voy a verlos!

Estoy demasiado contenta, tengo un montón de ganas de verlos a todos ellos. 

Durante estas dos semanas he podido hablar con ellos unas 5 veces contadas, entre sus horarios y los míos era difícil hablar. Cuando salia del trabajo me iba a la playa o a descansar a mi casa y a prepararme para el turno de noche que tenía que hacer, así que no tenía demasiado tiempo.

La primera vez que hablamos los chicos sacaron el tema sobre él y yo estuve toda la noche llorando, hacía semanas que no lloraba, no me había permitido llorar, no quería demostrar lo frágil que era, pero después de esa llamada no pude evitarlo, lo echaba de menos, pero él había decidido irse, había decidido perder todo contacto conmigo, no había recibido ni una llamada suya, ni un mensaje, eso me dejo claro que él ya había pasado pagina, así que después de dos semanas intentando no pensar mas en él puedo decir que poco a poco lo estoy consiguiendo.

¿Nos volveríamos a elegir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora