Un Reto Por Una Apuesta

5. capitulo

Ayer no vi a Connor por ninguna parte, mi plan está funcionando; sólo nos vimos en el comedor; nos miramos a los ojos y él movió las cejas divertido y yo moví las pestañas arriba y abajo, sólo fue eso.

Hoy es sábado, ya sabeis, la fiesta de los chicos.

Estoy muy contenta, porque ya tenemos la coreografía bien armada y encima mi plan ha tenido éxito, aunque la esencia final la aplicaré esta noche.

Prepárate Connor.

AYER POR LA NOCHE...

- Estoy preparado...

Connor estaba contándole por teléfono a su amigo Peter cómo estaba avanzando considerablemente con Brooks.

- No me quita los ojos de encima, y ayer la dí mucho espacio para que estuviera deseosa; y vaya si funcionó, incluso me pidió mi número de teléfono.

AYER POR LA NOCHE...

- Tuve que pedirle su teléfono al muy idiota, ¿cómo sino le hubiera indicado donde vivo? Es tan lento de mente el tipo que no me lo estaba pidiendo. Esta será la ultima vez que hago eso, mira que pedirle el número a un chico, Di, ¿tú qué opinas?; además así no me llamará él.

AYER POR LA NOCHE...

- Qué va, era una excusa para pedírmelo, venga tío no seas pesimista; te dejo.

Connor se fue a dar una ducha en su lujoso jacuzzi pensando en qué le pediría al chef para cenar, claro que cada rato confundía todo lo que veía con la sonriente mirada de Brooklyn Fieldmand. ¿qué le estaba pasando? ¿acaso no era esto sólo un juego?; terminó de darse su baño y bajó a cenar junto a sus padres y su hermana pequeña.

SÁBADO POR LA MAÑANA...

- Brooklyn despierta, tenemos spa en media hora.

- Voy mamá- digo arrastrando las palabras; salgo de mi cama perezosa y me meto en el baño quitándome la camisa- un momento...

Acabo de ver un reflejo amarillo en el espejo de mi habitación, al darme la vuelta.

- Mierda ¿es mi imaginación?- estoy viendo a Connor parado delante de mi puerta.

- Soy yo, el dios Brison.

Me pongo la toalla porque solo llevo debajo el sujetador, le miro atónita.

Me lanzo sobre él, dándole patadas a diestro y siniestro; este tio es un acosador.

- ¿Qué puñetas haces en mi cuarto?

- Para, para; creí que te alegrarías de verme- dice tapándose la cara.

De repente me detengo y lo miro sonriendo.

- ¿Qué haces aqui?- digo más calmada.

- Sólo venía a traerte esto...

Levanta la mano, tiene en ella un brazalete; mi brazalete.

- ¿De dónde lo has sacado?- me froto las muñecas sintiendo la ausencia del mismo.

- Se te calló ayer.

Y me lo coloca él, una corriente eléctrica fluye entre nosotros, nos miramos a los ojos, nadie dice nada, poco a poco su rostro se acerca al mío...

- ¡Brooklyn!- nos apartamos sobresaltados tras la llamada de mi madre.

- Ahm...me gusta tu cuarto- dice él.

- Bacon con pancakes- digo.

Me mira extraño, ¿pero qué puñetas me pasa? Me doy una patada mental, no,¡varias patadas!.