Un Reto Por Una Apuesta

29. capitulo

En mi primer día de instituto no me pude impedir fijarme en Connor. Tiene algo, no se qué pero es una especie de cosa que desprende y hace que cualquier chica se sienta atraída por él. Pues bien, poco a poco me hice notar, con mi inteligencia, mi habilidad en el agua y mi gran ingenio. Trataba de llamar su atención, de verdad que lo intentaba, pero nunca lo conseguía. Siempre se le veía correteando por allí, haciendo bromas o besando a chicas, ninguna era yo.

Me hice extrovertida. Hice todo lo que a un chico le volvería loco. Rechazaba a muchos, lo cual solo provocaba que llamase la atención de muchos otros, ninguno era él.

Era tan frustrante. Pero cuanto más él pasaba de mí, más yo me colaba por él. Fue realmente el primer chico por el que sentí un flechazo tan fuerte. Yo era todo lo que los demás chicos querían, ¿porqué Connor era distinto?. Y me volvía loca que lo fuera, y solo quería que me mirara a los ojos, que tratara de flirtear conmigo como hacía con todas. ¿Es que no me encontraba lo suficientemente bonita como para coquetear conmigo?. Tantas preguntas me enervaban, y en el fondo sabía que no quería conocer la respuesta.

A mediados del segundo semestre, había una lista que corría por ahí en la que los chicos apuntaban los nombres de las chicas con las que se enrollarían. ¿Qué instituto no ha hecho algo así alguna vez?, era un tópico muy típico. En uno de esos agitados días, yo fuí la última en salir del aula porque tenía que recoger mi enorme proyecto de ciencias, que había salido el mejor. Mientras lo hacía, oí unos murmuros. Pensé que unos idiotas estarían ligoteando por ahí, pero no eran idiotas cualquieras, eran Connor y sus amigos. Estaban comentando la lista, oí lo que decían de cada una de las chicas que aparecían; y esperé en silencio y con paciencia hasta que llegaran a mi nombre, lo hicieron.

- ¿Fieldmand? Claro que no me gusta - era la voz de Connor - es la típica nerd que se las da de guay, intentando llamar la atención a toda costa. Elegiría a Hillary antes que a ella sin dudarlo. Al menos Hillary está buena.

Me tapé la boca con las manos para no echarme a llorar a moco tendido. ¿Cómo podía decir cosas tan crueles sobre mí sin apenas conocerme?. Me rompió el corazón, esa semana no tenía ganas de verle. Pero me obligué a olvidarme de su insensible comentario y a olvidarme de él, no era tan bueno después de todo. Las personas buenas no te rompen el corazón. No te rompen el corazón dos veces.

Camino con la cabeza gacha, intentando pasar desapercibida hasta llegar a álgebra. No funciona.

- ¡Oye, Brooklyn!. ¿Qué fue eso del sábado? - gritan unos compañeros de la clase de informática. Los ignoro.

- Fieldmand... mira que tener a dos comiendo de tu mano - dice un tipo al que no conozco.

- Qué egoísta, déjame uno - dice su amigo gay.

Los ignoro también. Los ignoro a todos.

Comentarios, etiquetas, fotos, memes. El instituto se haya completamente revuelto. Por suerte esta es la última semana de clase. Tenemos los ensayos de nuestra graduación. Y luego nuestra graduación.

Esto es culpa de esos idiotas. Por eso nunca fuimos amigos, siempre causan cosas así. Por eso no quería que Di tuviera nada con Peter. Por eso nunca le conté a mi mejor amiga lo que Peter comentó sobre ella en aquella lista. Por eso evité a Connor todo lo que pude hasta que caí en sus habilidosas artimañas. Por eso no me hablo con Sean, aunque él me caiga bien.

Lo recuerdo como si fuera ayer:

- "Tíos no os burleis, me gusta Wallace. Ella nunca querría nada serio conmigo. Aunque si por mí fuera, sería lo que ella quisiera. Me he colado por ella".

Ahora no estoy tan segura de si no se lo conté para protegerla de Peter, o porque estaba celosa de que dijeran algo tan bonito de ella justo después de que Connor me pusiera por los suelos.

Se que a Di le gusta "Noah el chico universitario", pero está coladísima por Peter. Y si Peter tuviera el valor, le diría sus verdaderos sentimientos y al fin estarían oficialmente juntos. Obviamente es tan cobarde como Connor y lo único que les impide tener lo que quieren es el hecho de que tienen miedo.

Me meto en el aula, y me siento al lado de mis amigas. Nunca las he necesitado tanto como ahora. Me envuelven en un reconfortante abrazo y yo les cuento absolutamente TODO lo que pasó, hasta que empieza la clase.

Así transcurre el resto de la semana. Yo ya no hablo mucho. Yo trato de no hacerme notar. Yo trato de ser invisible.

No camino por los típicos sitios en los que sería vista. Me limito a asistir a clases y pasar el resto del tiempo en la biblioteca; mi lugar favorito hasta hace unos años.

Nadie me ve. Todos se preguntan por mi desaparición. Todos quieren saber qué ha pasado. ¿Cómo podría afrontar el mundo con un corazón roto dos veces por la misma persona?. No puedo. Y cuando se acabe el instituto, ya no me verán más. 

No acudo a la fiesta de fin de curso que organiza Mase; le echo la culpa a la intolerancia a la lactosa. Por algún motivo, ya no se me hace muy apetecible pasar horas en un espacio cerrado con todas esas personas. No quiero volver a ver a Connor, si es posible nunca más; se que eso es muy improbable, ya que por algo existen las redes sociales, pero haré todo lo que esté en mi mano por no tener que volver a verle después de la graduación. Respecto a Sansome, tampoco le he visto. Dicen que se ha ido a la universidad antes de tiempo para poder instalarse en la residencia y pasar el verano allí. No se ni a qué universidad va; él tenía tantas opciones que no podía decidirse, supongo que ya lo ha hecho.

Los ensayos para la graduación son rápidos. Sólo tenemos que saber unas cuantas cosas. Casi ninguna persona aparece. Así que para mí eso constituye un verdadero alivio.

Al fin nos graduamos. La ceremonia he de admitir que estuvo muy chula. Sansome no apareció. Vi a Connor en lo que sería la última vez, por lo que a mi respecta; así que traté de memorizar todas sus hermosas facciones, porque se supone que no volvería a verle. Las togas nos sentaban horribles, pero todo el mundo estaba muy guapo. Con sus mejores peinados, el mejor maquillaje, los mejores zapatos... Nos entregaron nuestros diplomas, bien merecidos, claro está. Muchos me preguntaron la causa de mi desaparición, solo pude decirles que me estaba tomando un descanso. Jaja, menuda anciana. No asistí a la cena de después; demasiado contacto social por un día. Di se quedó conmigo en casa, así que por lo que a mi respecta tuvimos la mejor cena de graduación de todas: pizza, comedia y nuestra valiosa amistad.

Al fin adiós instituto, fuiste una tortura felíz.

Ahora paso muchas noches en casa de Di, antes de que ella viaje de vacaciones a China con su familia. Para el verano yo me iré a Venecia con mi padre. Estoy siendo obligada por mi madre, quiere que "estrechemos lazos";  no se da cuenta de lo poco que soporto a mi padre, y mucho menos a su novia la barbie pija, que he olvidado mencionar... es de mi edad; vale no exactamente mi edad, pero una chica que se hace dos coletas cada día no puede ser muy adulta, ¿verdad?.

Quedo por última vez con mis amigos: Gale, Mase, Tiff, Gina, Rose. Di se fue pronto a China. Yo me voy también así que tengo que darles un abrazo muy fuerte y acosarles hasta que se hartan de mí, y ruegan que me vaya.

Al final del instituto no podemos esperar que las personas sean las mismas. Todo es diferente. Ese espagueti que se presentó el primer día, ahora es todo un fideo (de los gorditos claro). Algunos necesitan esa etapa de su vida para madurar, y he dicho algunos. Se que algo ha cambiado. Yo he cambiado. Quedan secuelas y cicatrices después de cosas así. Ya no soy la misma, y se que me he perdido; pero estoy intentando encontrarme a mí misma. Puede que el verano me ayude.

Me subo al avión lista para desconectar. Adiós Los Angeles, arrivevenchi Venecia, o como sea...