Eyeless Jack

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Hola. Mi nombre es Mitch. Estoy aquí para contarles a ustedes acerca de una experiencia que tuve sobre los fenómenos sobrenaturales esos que la gente cuenta, yo no me creía esas pamplinas, hasta que un día eso... me visitó, y a partir de ahora si me creo toda esa basura paranormal.

Una semana después me fui a vivir con mi hermano, Edwin. Después de que mi casa fuera a ser embargada, terminé de desempaquetar. A Edwin le gustaba la idea de mi mudanza, ya que no nos habíamos visto desde hace 10 años, así que estaba muy emocionado. Pronto me quedé dormido y al día siguiente me mudé.

Después de la primera semana, oí ruidos susurrantes que venían de fuera a la una de la mañana. Me pareció que era un mapache, por lo que no hice caso y traté de conciliar el sueño. A la mañana siguiente, le hable a Edwin sobre lo que vi, y él estuvo de acuerdo.



La noche siguiente, sin embargo, me pareció oír mi ventana abrirse de un fuerte golpe, como si algo hubiera entrado en mi habitación. Miré hacia arriba y alrededor de mi habitación, pero no vi nada.

A la mañana siguiente, Edwin tiró la taza de café al suelo cuando me vio. Luego me acerco un espejo para poder verme.Tenía una gran herida en la mejilla izquierda.

Después fui trasladado a urgencia al hospital, mi doctor me dijo que debió haber sido cosa del sonambulismo, pero luego me mostró algo que hizo que mi sangre se volviera fría de repente. Él levantó mi camisa y pude ver que tenía una raja cosida con puntos, en la parte donde se deberían encontrar mis riñones.

- De alguna manera perdiste tu riñón izquierdo anoche. No sabemos cómo, lo siento mucho, Mitch- dijo mi médico.
La noche siguiente, alrededor de la medianoche, me desperté y vi un espectáculo verdaderamente horrible.



Me estaba mirando cara a cara con una criatura con sudadera, capucha negra y una máscara azul oscura, no tenía nariz ni boca pero estaba mirando hacia mí. Lo que más me asustó fue que no tenía ojos, solo se veían unos huecos vacíos de los cuales goteaba sustancia negra.

Agarré la cámara que estaba cerca de la chimenea y tomé una foto. Después la criatura se abalanzó sobre mí y trató de abrir mi pecho con sus garras para llegar a mis pulmones. Me puse a darle patadas en la cara, luego me fui de la habitación, cogí mi cartera y salí corriendo de la casa de mi hermano. Finalmente llegué a un bosque donde tropecé con una roca y caí inconsciente. Cuando desperté en el hospital, mi médico entró en la habitación.

- Tengo buenas noticias y malas noticias, Mitch, la buena noticia es que tus heridas no son graves, y que tus padres te van a acoger.- Suspiré con alivio.-La mala noticia es que su hermano ha sido asesinado por algo, y no se sabe el que a podido ser... lo siento.

Mis padres me llevaron a la casa de Edwin para recoger mis pertenencias restantes, lo cual hice. Al entrar en mi habitación, me asusté, pero luego conseguí calmarme. Agarré mi cámara y luego me detuve en seco. En el pasillo que conduce a mi habitación, vi el cuerpo de Edwin y algo pequeño que yacía junto a él. Recogí ese pequeño objeto y entré en el coche de mi padre, sin mencionar palabra sobre el cadáver de Edwin. Miré lo que había recogido y casi vomitó, se trataba del riñón que me habían robado y estaba mordido por alguien o algo y manchado de un líquido negro.

Ahora viene el origen de esta criatura sin ojos:

Jack era un adolescente que trabajaba en un periódico local. Un día su jefe hizo un anuncio de que Estados Unidos había entrado en La Segunda Guerra Mundial, y Jack al ser estadounidense se dignó a inscribirse en el ejército para luchar por su país.



Al poco tiempo se hizo amigo de un inglés llamado Luis, el que también se había alistado allí, ya que su pueblo fue atacado y tenía la necesidad de defenderlo. Jack y Luis se hicieron mejores amigos, y todos lo demás soldados empezaron a llevarse muy bien, hasta se llegaron a llamarse entre ellos hermanos.

Jack y Luis estaban a punto de lanzarse hacia las líneas enemigas, pero al final resulto que el lado enemigo se movió antes que ellos. Gas venenoso fue arrojado alrededor de la base, provocando a Jack que se quedara ciego. Durante el alboroto, Luis recibió un disparo.



Ambos fueron enviados a un hospital a unos pocos kilómetros de distancia. Mientras en el hospital, Jack empezó a llorar por el dolor que sus ojos le estaban causando, por lo que los médicos tomaron una medida drástica y le quitaron los ojos.

Aun estando ciego, Jack se negaba a abandonar a su preciado amigo. Luis estaba siendo atendido por una enfermera llamada Betsy, quién nació en Estados Unidos, se trasladó a Noruega, y fue a ayudar a los soldados heridos de enfermera. Pero desafortunadamente, un día después de esto, la enfermera no pudo sálvale la vida, Luis agarró la mano de Jack pero unos minutos después se soltó, y dio su último aliento en esa cama, como si se fuera a dormir.

Jack quería llorar, pero ya no tenía ojos para poder hacerlo, así que se mordió el labio hasta el punto de que le empezara a sangrar. Luego los médicos apartaron el cuerpo de su amigo y lo llevaron a enterrar, Jack se quedo durmiendo en esa habitación durante unos 3 días.

Al día siguiente el médico le leyó un telegrama de Betsy, diciendo a donde habían enterrado los cuerpos de los soldados muertos, Jack fue allí y encontró el lugar donde fue sepultado Luis, y Jack se despidió y besó la tierra donde estaba enterrado su amigo. Y luego se fue a su casa en Estados Unidos.

Pero sólo más tristeza le esperaba allí. Cuando llegó, su madre lo recibió con lágrimas al ver que él ya no tenía ojos, luego Jack le preguntó si algo más había ocurrido para que estuviera así siendo, ella normalmente tan alegre y llena de tanta energía, entonces ella dijo que Marcos, el hermano de Jack, quien trabajaba en una fábrica había muerto a causa de unas partículas que había impregnadas en el aire. Jack quiso llorar por la pérdida de su hermano, pero y una semana más tarde lamentó la pérdida de su madre, que se dice que probablemente murió por ese gran tristeza.



Jack se había quedado solo, ya que su padre murió de tuberculosis cuando él solo tenía cinco años. Y ahora Luis, Marcos y su madre también habían muerto. No había nadie allí para guiar a este hombre ciego, para consolarlo, le ofrecían comida, agua o refugio e incluso alto tan pequeño como un cariñoso abrazo.

Una noche, Jack caminó alrededor de su antigua habitación hasta que llegó a un viejo escritorio de madera donde guardaba un arma, estaba cargada y lista para disparar, por si en algún momento entraba un ladrón y tratara de hacerle daño a él o a su madre. Pero ya ella se había ido, solo había un uso para ese arma ahora, Jack abrió la boca, y apuntó con la pistola en la garganta y apretó el gatillo.

Sus cuerdas vocales y la tráquea fueron destrozadas en un milisegundo. Su cuerpo sin vida calló al suelo, pero para su sorpresa, se encontró aún de pie. El destello repentino de los disparos, le habían provocado algo en su mente que le hizo olvidar todo lo que le había ocurrido antes de su muerte. Estaba confundido en cuanto a por qué lo había hecho. Incapaz de escapar, se quedó en la casa esperando una respuesta, hasta que al ver las fotografías de la Segunda Guerra Mundial, de los soldados y lo demás, le hizo recordar todo de nuevo.

Desde ese día aquel fantasma sin voz ni ojos, ronda por ahí intentando calmar su tristeza de algún modo u otro.

Esta noche no duermes-terrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora