Y en ese entonces fue cuando la madre de Eder me ayudó a pasar al dormitorio para verlo, mi querido amigo de la infancia ahora se encontraba en los últimos minutos de su vida, el cáncer le había invadido por completo, he sentido un tremendo vacío, como ese aquel que sientes cuando tienes hambre y tu estómago no deja de hacer ruidos, de esa forma pero aún más fuerte.La madre de Eder no dejaba de llorar, sus ojos estaban muy rojos e hinchados, sostenía en su mano varios pañuelos ya sucios por tanto llorar , la mujer solamente miraba a su hijo, era lo único que tenía en este mundo, debido a que su padre se marchó sólo cuando Eder tenía 3 años, Alma, su madre lo amaba por sobre todas las cosas, acercándose lentamente besó a su hijo en la frente y le dijo que todo estaría bien y que mejoraría, pero ella sabía que todo estaba perdido, al igual que yo.
Pero ella quería mantener una esperanza, me dejó a solas con Eder, al salir solamente escuché los gritos que lanzaba al cielo pidiendo a dios que no lo alejara de su lado solamente tenía 8 años, aquella mujer sola no tenía más familia al igual que yo Antoni, un niño de 10 años quien perdió a sus padres en un accidente y que vivía sólo con su abuela, una anciana cansada de esta vida que, aprovechando su siesta de media tarde, vine de inmediato al hospital cuidándome de los guardias con sólo el propósito de poder ver a mi pobre amigo.
Al acercarme observé que mi amigo estaba muy pálido, sus manos estaban arrugadas, su cara había cambiado por tanta medicina que le suministraron, sus ojos eran unas profundas cuencas de calavera y que sólo su mirada verde y fija demostraba que aún seguí con vida. Me acerqué un poco más y él me miró fijamente y en ese momento me dijo:
-Antoni no me queda mucho tiempo, por lo que quiero que me concedas un último favor-, él tomó mi mano y me dijo que no olvidara los momentos tan divertidos que pasamos y también me dijo que cuidara de nuestros otros amigos Mike y Jodie, amigos que sólo Eder y yo conocíamos muy bien, me molestaba que otras personas mencionaran que ellos no existen que sólo era nuestra imaginación, pero Eder y yo sabíamos que no era así pues ellos formaron parte de aquellos recuerdos.
Dicho esto mi amigo fijó su mirada en las luces del techo de aquel dormitorio y dijo: -Hasta pronto-en ese momento mi mejor amigo, inigualable, el único que tuve, dejó este mundo, yo solamente me le quede viendo y derrame lagrimas silenciosamente, y fue cuando entonces un fuerte viento entró por la ventana abierta del dormitorio y la luz que lo iluminaba parpadeó varias veces, ahora sabía que Mike y Jodie estaban conmigo en ese momento, pues ahora ellos estarían a mi cuidado.
La madre de Eder entró y lloró horriblemente, yo solamente me retire en silencio mientras a lo lejos en el pasillo se escuchaba su doloroso llanto. Con el tiempo descubrí que Mike y Jodie sólo era lo que la gente había dicho, imaginación...
8 años después...
Después de que mi abuela murió tuve que trabajar y estudiar al mismo tiempo, Marvin el panadero de la esquina de mi casa me contrató para ayudarle y a cambio me dejaba pasear y disfrutar de la gran ciudad de San Francisco C.A. , vivía sólo pero no sé por qué sentía que alguien más estaba con migo.
Cada vez soñaba aquel día del hospital cuando mi amigo me dijo que cuidara de Mike y Jodie, esas palabras las escuchaba una y otra y otra vez, despertaba en pesadillas y Marvin corría a preguntar qué pasaba, sólo eran pesadillas claro sólo eso. Una mañana muy temprano abrimos más pronto de lo normal, ese día no pude ir a la escuela, Marvin tenía mucho trabajo y tenía que ayudar, después de todo él me daba mi paga.
En ese momento una chica de cabellos rojizos entró preguntando el precio de un pastel de 15 pisos yo le respondí con una voz suave $300 dólares, ella me miró al igual que yo, quién iba a pensar que dentro de años después Marianne, aquella hermosa pelirroja se convertiría en mi esposa.
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Esta noche no duermes-terror
TerrorTe atreves a leer estas historias antes de irte a dormir?