Phoenix: Un Sello Roto

Capítulo IV: Pueblo de Kali

-Venimos del Reino Colono, somos unos Majinos que buscan al Paladín Valter, solo necesitamos hacerles unas preguntas y nos marcharemos.

-¡Ustedes son Majinos grado 5! ¿Qué demonios buscan en el pueblo de Kali? ¡Exijo saber ahora!- el guardia se mostraba muy asombrado, bueno cualquiera lo hubiese hecho después de todo eran Majinos grado 5.

-Ya te he dicho- dijo Omega con voz fuerte- Solo hemos venido a hacerles unas cuantas preguntas a su líder.

-No es muy usual que vengan personas del Reino por aquí. Si de verdad no buscan problemas no tendrán inconvenientes en que aprueben su solicitud de entrada al pueblo.

-Por supuesto que no, pero no nos hagan esperar.

-Bien, regresaré pronto.

Luego de que el guardia Elfo se marchara, pasaron unos 30 minutos en que regresara. Dijo que Valter había autorizado nuestro paso y que sería un placer atendernos, el guardia nos condujo hasta los adentros del pueblo y nos llevó a donde se encontraba su líder, en el camino pude observar todo el interior, este era como la Isla, las chozas eran hechas de arcilla, tenían calles, caballos donde transportaban mercancía, faros de luces, bares, tiendas, las personas vestían ropa de campesino, en este pueblo habitaban Elfos, Enanos, e incluso Colonos, pero todo era muy normal. La casa de Valter estaba a 5 manzanas de la entrada al pueblo, estaba casi en el medio, era una casa grande de madera, era la más elegante de todas, en la puerta estaban 2 guardias Colonos. En el techo, 4 arqueros Elfos y dentro de la casa habían varios guardias Enanos, quizás unos 10 no los conté muy bien, parecian estar protejiendo el lugar tomandonos como una amenza, subimos las escaleras hasta la segunda planta, llegamos a una puerta, era la de él. Esta tenia grabada una frase "La libertad de vivir libre" El guardia Elfo tocó la puerta y se fue. Escuchamos una voz gruesa venir desde dentro.

"Adelante".

Al entran nos encontramos con Valter, era un Colono con la cara quemada, sin cabello, tenía el rostro desfigurado, traía una armadura puesta, se sentía preocupado, como si algo la inquietase, podría ser la presencia de 2 Majino grado 5 o también podría haber estado preocupado por la noticia de Drun. En este pueblo todos los guerreros tenían una armadura. Valter se veía como un hombre que había luchado mucho, y ahora era el líder de un pueblo. Él se levantó en ademán de respeto y bajo su cabeza en reverencia.

-Es un placer. Soy el Paladín Valter...

-Te fuiste del Reino- sentencia Omega- ¿Por qué nos haces esa reverencia?

-No lo tomen como respeto al Reino porque no lo haré. Tómenlo como admiración por su nivel.

-De esa forma las cosas cambian. Nuestra visita será rápida Valter, soli queremos saber dónde se encuen...- Y sin dejar que Omega terminará.

-Idios el Herrero. Lo sé- Valter completa la frase.

-¿Eh? ¿Cómo es que lo sabes?

-¿Crees que eres el único que quiere saber dónde está el Árbol Azul? ¡No! Hay muchos, no son los únicos que están al tanto de la guerra que se acerca. No son los únicos que saben que Idios fue el último en encontrar a ese "Árbol". Pero son los primeros a los que le diré donde esta Idios, ustedes saben que él vivió aquí. Pero hay una condición para dar esa información.

-Tu cabeza -dice burlonamente Dseta.

-Dseta- dice Omega mientras mira duramente a Dseta- no hables.

-¿Cuál es la condición?

-Una que solo ustedes pueden cumplir. Las arcas del pueblo han sido robadas, necesitamos ese dinero para comercializar con los pueblo cercanos por alimentos, queremos aumentar las provisiones, yo solo cuento con 29 guardias y 53 habitantes en el pueblo, hay un grupo de Ogros que hace unos días atacaron Kali, eran unos 20 diría yo, arrasaron con lo que pudieron, pudimos contra 5 de ellos pero ellos pudieron contra 16 guardias nuestros y 5 indefensos aldeanos, tuvimos una baja de 21 miembros del pueblo, no podemos contra ellos, en una expedición que mande a hacer descubrí que se encuentran al Este de Belmuque, si van allá y traen las arcas del pueblo les daré la información que necesitan.